El realojamiento de 38.000 familias chabolistas lleva más de dos años de retraso por falta de financiación

La espera de más de 3.000 familias no parece tener fin. El Programa de Barrios en Remodelación, una ambiciosa operación iniciada en 1979 por el Ministerio dé Obras Públicas y Urbanismo (MOPU) para realojar a 38.000 familias chabolistas, lleva más de dos años de retraso por falta de financiación. Los incumplimientos afectan a barrios enteros, como La Ventilla, Valdeacederas, Alto de San Isidro y Almendrales, que ven cada vez más lejos el momento de jubilar la chabola. El Instituto de la Vivienda de Madrid (Ivima) asegura que el realojamiento no irá más allá de 1993.

El programa de Barrios en remodelación se ha olvidado de la nube de chabolas de Tetuán.La construcción de unas 2.300 viviendas de promoción pública en los barrios de La Ventilla y Valdeacederas, junto a la plaza de Castilla, se ha ido retrasando año tras año. La falta de financiación y los problemas para liberar suelo tienen la culpa.

Las primeras viviendas públicas se levantaron tímidamente allá por 1985, pero hasta el año pasado no se dio el tirón, con el inicio de 435 nuevos pisos. -A este ritmo, el programa puede estar acabado en 1993, con dos años de retraso sobre lo previsto", asegura Miguel Ángel Pascual, gerente del Ivima.

Al menos seis de los 30 barrios incluidos en el programa sufren importantes retrasos. Cientos de familias de Almendrales, Alto de San Isidro, San Fermín y San Blas están en la misma situación que sus vecinos de Tetuán.

Cerrar el 'grifo'

Y es que el Programa de Barrios en Remodelación ha perdido elritmo desde que el Ministerio de Obras Públicas y Urbanismo (MOPU) decidió cerrar el grifo en 1984, a la vista del déficit acumulado hasta la fecha (4.581 millones de pesetas). La construcción de viviendas públicas quedó congelada durante casi un año.

A partir de esa fecha, el MOPU y el Gobierno regional han mantenido un enfrentamiento solapado por la financiación de los planes de vivienda.

La Comunidad y el ministerio coinciden, sin embargo, en una cosa: el Programa de Barrios en

Remodelación es un pozo sin fondo. Hasta el momento ha costado a la Administración del orden de los 150.000 millones de pesetas. Sólo la operación de Palomeras, que supuso la construcción de 10.000 viviendas en la que fue una de las mayores bolsas de infravivienda de Europa, se ha llevado cerca de 100.000 millones de pesetas.

El programa, que surgió como un modelo ejemplar de actuación pública, ha dado también pie aun mercado negro de viviendas: más de 1.500 pisos adjudicados a familias chabolistas han sido vendidos ilegalmente desde 1979.

Este fraude está directamente relacionado en algunas zonas de la periferia con el tráfico de estupefacientes, según han reconocido fuentes del Ivima.

Borrón y cuenta nueva. El Ivima pretende que el sistema de adjudicación directa pase en breve a la historia y deje paso al alquilei de las viviendas por un precio ajustado a los escasos ingreso; de las familias. Este sistema, se pondrá en práctica este verano en 354 viviendas sociales construidas en Aluche, por las que los inquilinos pagarán menos de 14 000 pesetas mensuales.

Las asociaciones vecinales, acostumbradas a los recortes en los programas de viviendas, esperar con incertidumbre y sin demasiada fe lo que se viene encima en los próximos años.