Irán y Arabia Saudí restablecerán relaciones dilomáticas tras la mediación paquistaní

El anuncio oficioso por fuentes iranies de un probable restablecimiento de lazos diplomáticos entre Irán y Arabia Saudí durante las próximas semanas constituye el resultado más destacado de la reunión de países islámicos que anoche se clausuró en Riad.

El asunto ni siquiera se encontraba en el orden del día, completamente eclipsado por el caso Rushdie. En este apartado, la conferencia rechazó refrendar la condena a muerte decretada por Irán en contra del escritor Salman Rushdie, pero acordó condenar su novela Versículos Satánicos como "blasfema" y decretar su prohibición en todo el mundo musulmán."Esta obra transgrede todas las normas cívicas y de decencia, y constituye un intento deliberado para calumniar al islam y a la venerada personalidad islámica", según el apartado de la declaración final consagrado al libro de Rushdie, a quien no se menciona por su nombre en el texto. En consecuencia, el consejo de la OCI pide a sus miembros que boicoteen a los editores de los Versículos Satánicos, si no logren la retirada del libro del mercado. Por último, los países islámicos urgen a la comunidad internacional a que "dicte las leyes necesarias para la protección de las creencias religiosas de los demás".

[Un representante iraní calificó anoche de "histórica" la resolución, porque prueba que la conducta de su régimen contra Rushdie "es musulmana", informa France Press].

El acercamiento irano-saudí ha sido obra de la mediación de la diplomacia paquistaní, que ha aprovechado para sus gestiones el marco de la 18ª sesión de la Organización de la Conferencia Islámica (OCI), celebrada a lo largo de los pasados cuatro días.

Las relaciones entre la República Islámica y el reino saudí, abiertamente enfrentados en el foro de la OCI, sufrieron un deterioro progresivo desde que en 1987, peregrinos iraníes provocaran incidentes durante un viaje a la ciudad santa de La Meca, en Arabia Saudí, a consecuencia de los cuales murieron unas 500 personas.

Desde entonces, Paquistán ha ejercido un papel de mensajero entre ambos. El trabajo de acercamiento, facilitado por una situación más distendida tras el fin de la guerra ¡rano-iraquí, ha estado en manos M ministro paquistaní de Exteriores,Yaqub Jan.

La mediación paquistaní no ha sido absolutamente desinteresada. Islamabad podía conseguir a cambio el apoyo de los gobernantes de Teherán para el Gobierno provisional de Kabul, que desde ayer cuenta además con el respaldo moral de la OCI. La conferencia aprobó anoche, en medio de gritos de Alá al Akbar (Dios es el más grande), la reintegración como miembro de pleno derecho de Afganistán, país de mayoría musulmana que fue suspendido en 1979, a raíz de la entrada de las tropas soviéticas.