_
_
_
_
Crítica:DANZA
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

El éxito y lo racial

Con Yo elegí el flamenco pienso que Yoko Komatsubara ha realizado el sueño de su vida: montar un espectáculo plenamente flamenco y hacerlo con tal dignidad que pueda subir a uno de los primeros teatros de España con todos los honores.Una idea elemental, mero pretexto para hacer no demasiado increíble la presencia de una japonesa en el arte jondo, permite el engarce de bailes, cantes y toques flamencos. La presencia del elemento japonés en el escenario es sólo una referencia que se va diluyendo a medida que avanza una densa representación de dos horas sin descanso.

Motor del espectáculo

Yo elegí el flamenco

Ballet Español de Yoko Komatsubara, con familia Fernández, María la Burra, Chocolate y Manolo Marín. Dirección: Miguel Narros. Madrid. Teatro Español, 14 de marzo.

Más información
El sueño de Yoko

Yoko baila discretamente y con humildad. Ha creado un excelente espectáculo en el que ella es una más entre varios nombres de prestigio. Pero ella es el motor del empeño, para cuya creación se ha rodeado de un equipo eminente. En primer lugar el director Narros, un hombre que ama el flamenco; Manolo Marín que brilla con luz propia, tanto en la coreografía como en su actuación personal.El buen cante, el excelente cante de Chocolate y Curro Fernández. Cuatro jóvenes y espléndidos bailaores, Carmen Ledesma y Manuela Ríos, los guitarristas -un Diego Carrasco que hizo también un cantecito con su sello propio y los cantaores Curro de Triana y Antonio Sanlúcar.

Y una María la Burra que a sus 60 años, uno arriba o abajo, se halla en estado de gracia flamenco. Con dos breves actuaciones mereció las más clamorosas y espontáneas ovaciones de la noche. Canta sin voz y hace un bailecito casi estático pero de señorío imponente. Y está en el secreto, sobre todo, del raio, de la jondura, de todos esos misterios que hacen de este irte algo tan especial e inexplicable. Lo que nos debería llevar a la reflexión, una vez más, acerca de la prioridad, quizá, de lo racial, de las raíces, sobre cualquier otro valor añadido, que en este caso es, desde luego, admirable.

Babelia

Las novedades literarias analizadas por los mejores críticos en nuestro boletín semanal
Recíbelo

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_