Concluye, tras tensas discusiones, el 'minisínodo' de los arzobispos de EE UU
El minisínodo de los 36 arzobispos y cardenales de EE UU, convocados ante el Papa y la Curia romana tras las polémicas que han agitado a ti Iglesia más secularizada y poderosa económicamente de¡ mundo, concluyó ayer en el Vaticano. En la conferencia de prensa final pudo apreciarse que la discusión fue a veces muy tensa en los debates a puerta cerrada, aunque siempre bajo la apariencia de la "unidad en la fe".
Los obispos norteamericanos niegan que hayan acudido a Roma convocados "como niños malos ante el profesor", según afirmó ayer el arzobispo de Cincinatti, Daniel Pilarczyk. Por su parte, el cardenal Antonio Innocenti, prefecto del clero, afirmó que la Curia romana les había convocado "para aprender de éllos muchas cosas". Los encuentros fueron definidos como llenos de "franqueza, benevolencia y bondad".Con todo, el cardenal arzobispo de Boston, Bernard Law, respondió a un periodista de The New York Times que hubo fuertes divergencias cuando se trató la cuestión de la "absolución general" de los pecados, es decir, la absolución sin necesidad de confesarse antes con un sacerdote. Law agregó que la Curia romana no ha entendido las razones alegadas por ellos.
El cardenal Innocenti replicó que en Roma se tiene la impresión de que las mujeres norteamericanas piden el sacerdocio como una escalada al "poder", cuando en realidad el sacerdocio es sólo un "servicio". El cardenal Law precisó que él no puede juzgar las intenciones de dichas mujeres y que debe profundizarse en la discusión, dando a entender que para ellos es un debate aún abierto.
En otro momento, el arzobispo Pilarczyk afirmó que "la Curia tiene dificultad en entender el complejo de la iglesia norteamericana en nuestra sociedad". El cardenal Innocenti le replicó que para la Curia, la dificultad es la de entender la complejidad de toda la iglesia y no sólo la norteamericana, ya que, agregó, la iglesia tiene que ser "una y católica".
Innocenti concluyó que conciliar la complejidad con la unidad es un desafío "más que humano, divino".
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