Amedo elude por tercera vez que le tomen las huellas dactilares

Honor e intimidad

El subcomisario José Amedo y el inspector Michel Domínguez, procesados por organizar atenta dos de los Grupos Antiterroristas de Liberación (GAL), han conseguido eludir, por tercera vez, que les tomen las huellas dactilares. El juez Baltasar Garzón, que instruye el caso, dictó el pasado lunes un auto en el que razonaba nuevamente la necesidad de tomar las huellas de todos los dedos de las manos de los dos policías, y que en caso de negativa éstos incurrirían en un delito de desobediencia grave a la autoridad judicial.Esta acción es necesaria para verificar si alguna de ellas es idéntica a las que figuran en el documento de identidad falso a nombre de Manuel Sousa Quintela, que los dos policías proporcionaron en Bilbao al mercenario portugués de los GAL Paulo José Figueiredo Fontes.

El juez estima que, de acuerdo con la declaración de Figueiredo y otros mercenarios que lo presenciaron, Amedo y Domínguez, tras acompañar a Figueiredo para que se hiciera una foto en un fotomatón de la estación de Bilbao, se dirigieron a Comisaría, de donde volvieron con un carné perfectamente legal. Como la firma y las huellas no eran de Figueiredo, porque se quedó con sus compañeros en un bar, el magistrado sospecha que debieron ser falsificadas por los policías procesados.

El secretario del juzgado acudió el martes a requerir las huellas a Amedo y Domínguez, pero los policías, por tercera vez, se negaron a que un funcionario de prisiones les tomara las impresiones digitales por considerar que atentaba contra su honor e intimidad.El juez precisaba en su escrito que la negativa de los policías podrá ser considerada en su contra. El magistrado considera, de acuerdo con la doctrina constitucional, que no puede obligar a Amedo y Domínguez a dar sus huellas, pero sí procesarles por desobediencia.

Fernando Salas, abogado que ejerce la acción popular, ha señalado que el pasado 10 de diciembre se dirigió por escrito a la Dirección de Instituciones Penitenciarias para preguntar por qué Amedo y Domínguez son los únicos presos de toda España a los que no se han tomado las huellas.

Al mismo tiempo, el letrado denunciaba que los dos policías hacen lo que les da la gana en la prisión. Fernando Salas ha precisado que, ante la falta de respuesta y debido a la ineludible obligación de los dos policías a prestar sus huellas dactilares al entrar en prisión, pedirán nuevas medidas concretas.

Por otro lado, el fiscal de la corte de París ha anunciado al juez Carlos Bueren la tramitación de la petición, por vía diplomática, de la extradición del reclutador de mercenarios para los Grupos Antiterroristas de Liberación Georges Mendaille. El fiscal francés anuncia también la remisión por la misma vía de toda la documentación concerniente al caso.