Antequera no será enterrado hasta que el Gobierno colombiano permita homenajearle
Dirigentes de la Unión Patriótica (UP), del Movimiento 19 de Abril y cientos de personas se encerraron ayer en un edificio de la alcaldía de Bogotá dispuestos a velar el cadáver del dirigente comunista José Antequera hasta que el Gobierno colombiano permita un entierro público y masivo. La capital de Colombia se encuentra literalmente tomada por fuerzas militares y sobrecogida por el espanto de lo que pueda pasar.
ENVIADO ESPECIAL,El edificio del Concejo de Bogotá, donde fue levantada la capilla ardiente de José Antequera, estaba ayer rodeado de soldados y de militantes de izquierda que desafiaron las amenazas y la lluvia torrencial que durante todo el día cayó sobre la ciudad.De boca en boca circulaban a cada minuto noticias sobre el estado de salud del dirigente del Partido Liberal, Ernesto Sanper, herido en el mismo atentado en el que resultó muerto Antequera, que en la noche del domingo tuvo que ser intervenido de urgencia. El último parte médico informaba que Sanper sufría hemorragia interna y se temía por su vida, lo que agravaría de forma alarmante la crisis política en este país.
El cuerpo de Antequera fue embalsamado precipitadamente en la noche del domingo al recibirse las primeras noticias de que el Gobierno prohibiría la manifestación de duelo, prevista para ayer. El cadáver, según portavoces de la UP, podría mantenerse hasta tres días, pero se confía en que las negociaciones en marcha entre el Gobierno y los líderes comunistas permitan que el entierro se lleve a cabo hoy mismo.
El impacto causado por la muerte de Antequera, asesinado a tiros el pasado viernes en el aeropuerto de Bogotá, unió a miles de personas y a distintas fuerzas políticas en torno a la UP, coalición patrocinada por el Partido Comunista y próxima a la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC). Las autoridades temieron la presencia ayer de decenas de miles de personas en las calles de Bogotá en protesta a la violencia política impuesta por los 140 grupos paramilitares que, según el propio Gobierno, operan en Colombia. Más de 900 miembros de la UP han sido asesinados en los últimos cuatro años por estas bandas, que la izquierda considera movidas por el Ejército."Riesgo de guerra civil"La Unión Patriótica culpa también a las Fuerzas Armadas de haber prohibido el funeral de Antequera. "El Ejército escribió el decreto y lo llevó al Gobierno para que lo firmara", declaró Urías Oyaga, miembro de la dirección de la UP. Esta organización, el Partido Comunista y el Partido Liberal -que está en el Gobierno-, firmaron ayer un documento conjunto en el que denuncian "un plan destinado a eliminar a dirigentes de los partidos políticos y así hacer imposible la reconciliación nacional".
Esas cuatro organizaciones, advirtieron que Colombia se encuentra actualmente amenazada por "los horrores del caos y el riesgo de la guerra civil". El Partido Comunista y la UP aseguran que no tienen intención de lanzarse por el camino de las provocaciones y los disturbios callejeros, y adelantaron ayer que es posible que el entierro de Antequera se realice en un cementerio distinto al que inicialmente estaba previsto. Urías Oyaga manifestó, sin embargo, que su organización viene siendo contraria a sumarse al diálogo de paz propuesto por el Gobierno con el M-19 el pasado fin de semana en México. Oyaga dijo que el asesinato de Antequera "echa por los suelos" la mesa de trabajo aceptada por el M-19. El escenario político colombiano no ofrece hoy por hoy ninguna tabla de salvación. Pese a las buenas intenciones manifestadas por todos, lo cierto es que otro brutal asesinato político puede repetirse en cualquier momento sin que dé la impresión de que nadie pueda pararlo.
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