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Una riada o una 'pantanada'

"Fue una riada, fue una riada", repetía Salvador Madrigal, uno de los ingenieros procesados, dirigiéndose a las docenas de damnificados que hacían cola ayer para entrar a la sala de vistas. "Fue una pantanada", contestaban los damnificados, algunos especialmente irritados.La discusión resume todo el debate que se planteará a lo largo de dos meses en el juicio de Tous. Los defensores remarcarán que el río Júcar -llamado el devastador por los árabes- causó la catástrofe sin ayuda alguna de la presa. La crecida del río, a causa de las lluvias torrenciales, provocó la tragedia.

Los acusadores y el fiscal especial del caso, Gonzalo López Ebri, piensan que la rotura de la presa arrojó de golpe una cantidad de agua inmensa que pilló desprevenidos a los habitantes de la comarca. Éstos, además, escuchaban por radio las palabras del gobernador civil de Valencia, José María Fernández del Río, quien señalaba a esas horas: "Todo está bajo control". Esa rotura, según las acusaciones, se debió a errores en la construcción y el mantenimiento.

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"Eixe és el meu" ("Ése es el mío") decía uno de los damnificados que asistió a la vista calcuando hablaba el acusador que defendía sus intereses. Son 32 los acusadores, representados por 13 abogados defensores. En los estrados se sientan también cinco defensores de los procesados, el abogado del Estado, el fiscal especial y los miembros del tribunal.

A pesar de la tensión del primer momento de la sesión, el tribunal sólo amenazó una vez con desalojar la sala. Ocurrió tras los abucheos a los procesados cuando éstos se declararon inocentes. El proceso de Tous fue declarado de urgencia tras las inundaciones. Seis años y medio después, el tribunal aún debe resolver varios recursos de súplica de los defensores, en los que se solicita el aplazamiento de la vista "sine die". No obstante, nada parece que vaya a provocar un nuevo retraso.

A partir de hoy, martes, los cinco ingenieros procesados prestarán declaración, y después serán los peritos y los testigos quienes suban al estrado. El interés de las sesiones decrecerá previsiblemente durante las técnicas discusiones de los peritos, pero volverá a animarse cuando declaren como testigos el ex presidente del Gobierno de UCD, Leopoldo Calvo Sotelo, y el ex gobernador civil de Valencia.

Hace dos años, comenzó la vista oral de esta causa, piro fue suspendida a los ocho días para investigar nuevas responsabilidades. El síndrome de una nueva suspensión planeó ayer nuevamente, pero finalmente los damnificados fueron unánimes en afirmar que esta vez "va la de verdad'.

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