El Louvre cerró ayer sus puertas para ser remodelado

Por primera vez en su historia -con la única excepción de la huelga de bedeles que tuvo lugar en mayo de 1968-, el museo de Louvre cerró ayer por la tarde sus puertas para sufrir una serie de reformas, la más importante de las cuales será una nueva entrada principal.El próximo 30 de marzo, el presidente francés François Mitterrand inaugurará los nuevos espacios de acogida construidos bajo la gran pirámide de cristal que se encuentra desde hace un año ante el museo. Una vez terminada la ceremonia, los visitantes -3,5 millones en 1988 de los que el 69 por ciento eran extranjeros- podrán de nuevo visitar el museo.

Esta inauguración oficial pondrá el punto final a la primera etapa de modernización y expansión del museo en el cuadro del proyecto denominado "el gran Louvre", por un costo de unos 310 millones de dólares (unos 37.200 millones de pesetas). En la segunda fase se realizará la renovación de las fachadas y la reinstalación casi completa de las colecciones.

Durante este cierre excepcional el Louvre va a vivir una verdadera mudanza. Los vestuarios, las cajas registradoras, los fondos de los libreros y las existencias de las tiendas serán trasladados y cientos de cuadros serán descolgados para ir a nuevas salas recién pintadas. Al finalizar los trabajos de remodelación, en 1995, el 80 por ciento de las obras deberán haber cambiado de sitio y las superficies de exposición habrán sido multiplicadas por dos pasando a ser de 70.000 metros cuadrados.