EIColegio de Arquitectos prohíbe a sus afiliados que concurran a la construcción del nuevo tanatorio
Prohibido presentarse al concurso para construir el segundo tanatorio de Madrid. Ésa es la orden que el Colegio Oficial de Arquitectos de Madrid ha hecho llegar a sus afiliados, "en vista de las irregularidades apreciadas en el concurso". Los arquitectos señalan que las bases del concurso no garantizan ni la igualdad de oportunidades para los aspirantes ni su dignidad profesional. Para Pedro María Beraza, director de Servicios Funerarios, la postura de los arquitectos es "absolutamente impresentable". Les acusa de usar "métodos jomeinistas propios de un corporativismo medieval".
El objeto de discordia es el tanatorio que se construirá junto al cementerio de Carabanchel. La nueva funeraria servirá para descongestionar la actual sede de la M-30, que se ha quedado estrecha a los cinco años de ser inaugurada.
La empresa mixta Servicios Funerarios de Madrid S A, propiedad del Ayuntamiento, convocó a principios de año un concurso de ideas para perfilar el nuevo proyecto. "Podíamos haber sido parciales y haber adjudicado directamente las obras, pero preferimos abrir el abanico", afirmó ayer Pedro María Beraza.
El concurso se encontró de pronto con la oposición frontal del Colegio Oficial de Arquitectos de Madrid (COAM).
La última reunión entre el COAM y Servicios Funerarios celebrada esta misma semana fue decisiva. El colegio decidió decretar el 15 de febrero "una orden de abstención en el concurso" que ha hecho llegar a sus miembros.
La orden ha llegado también a los 15.000 afiliados de toda España a través del Consejo Superior de Arquitectos.
"Una pantomima"
Las razones las explica el decano del COAM, Luis del Rey: "Tal y como está planteado, el concurso resulta una pantomima. No se respeta el anonimato de los trabajos, no hay mayoría de arquitectos en el tribunal, tampoco habrá un representante oficial del colegio, no se respetan los derechos de propiedad intelectual de los proyectos...".
Según Luis del Rey, todas estas condiciones están contenidas en el reglamento del Colegio de Arquitectos y son respetadas en la mayoría de los concursos públicos.
El director de Servicios Funerarios no se da por enterado.
"El reglamento del Irán no me compete", declaró ayer Pedro María Beraza. "El Colegio de Arquitectos intenta imponer métodos jomeinistas, propios de un corporativismo medieval. No acepto el chantaje".
Beraza señaló que las bases del concurso "respetan el anonimato y prevén una suficiente participación de arquitectos en el tribunal". "Hay algunos arquitectos que a título personal me han comentado que esto es inaceptable y obedece a un puro corporativismo".
De los cinco miembros del tribunal, tres son arquitectos -uno de Servicios Funerarios otro de la Gerencia de Urbanismo y otro "de reconocido prestigio"- y otros dos, funcionarios municipales -el propio Beraza y el presidente de Servicios Funerarios, el concejal Leandro Crespo-.
El COAM pide un arquitecto más para deshacer un teórico empate (el presidente tiene voto de calidad) y para garantizar la representación del citado organismo en el jurado. El colegio pide también que se elimine la poibibiliad de "refundir" proyecto: y se reconozca la propiedad irtelectual de los trabajos.
Mientras tanto, el proyecto del nuevo tanatorio puede quedar enterrado hasta que no se resuelva la polémica.
Según las previsiones, la construcción debería comenzar este año. Las obras, con un presupuesto de unos 800 millones de pesetas, suponen la construcción de 50 nuevos velatorios -frente a los 26 de la actual funeraria- con 8.000 metres cuadrados edificables.
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