Miles de musulmanes piden la, muerte de Rushdie
El presidente iraní, Alí Jamenei, ha abierto la puerta a una solución al caso Rushdie, que ha vuelto a congelar las relaciones de Teherán con el mundo occidental, al sugerir que la vida del escritor de Versículos satánicos puede ser perdonado si éste se arrepiente en público de su libro. Salman Rushdie, el escritor británico de origen indio y familia musulmana que ha sido condenado a muerte por el ayatolá Jomeini sigue oculto, mientras miles de fundamentalistas pedían su muerte en todo el mundo islámico. En manifestaciones de protesta en la India, el país natal de Rushdie, dos jóvenes fueron heridos por las balas policiales.
Rushdie merece la muerte por haberse enfrentado al mundo islámico, dijo Jamenei. "Por supueste, él puede arrepentirse y decir: 'He cometido una equivocación', y pedir perdón a los musulmanes y al imam [el ayatolá Jomeini]. En ese caso, es posible que el pueblo pueda perdonarlo", dijo. Jamenei, durante su plegaria del viernes, pidió también que los manifestantes contra Rushdie en todo el mundo no se acerquen a las representaciones diplomáticas del Reino Unido ni de otros países, porque "esas acciones causan graves daños" a la República Islámica de Irán.
Ayer mismo, nuevas manifestaciones contra Rushdie se produjeron en varias ciudades de la India, Bangladesh y Pakistán, en las que se quemaron banderas de EE UU, del Reino Unido y efigies del escritor. En la ciudad india de Srinagar, en el norte del país, la policía disparó contra un grupo de manifestantes e hirió a dos jóvenes, tras fracasar en sus intentos por dispersar un mitin de protesta. En Paquistán, donde el domingo pasado murieron siete manifestantes frente al centro cultural de Estados Unidos, las principales ciudades amanecieron con la guardia policial reforzada, informa Georgina Higueras. Se produjeron manifestaciones en numerosas ciudades, pero las protestas fueron pacíficas. En Rawalpindi, un industrial ofreció un millón de rupías (unas seis millones de pesetas) a quien mate a Rushdie.
La República Federal de Alemania se sumó ayer a las reacciones concretas contra la orden de Jomeini y convocó en Bonn a su encargado de negocios en Teherán (el embajador ya estaba en la RFA), además de advertir al embajador iraní en la capital de la RFA, Mehdi Ahari Mostfavi, su "profunda consternación" por los hechos. Una fuente del Ministerio de Asuntos Exteriores británico dijo que el Reino Unido buscará adoptar una resolución conjunta de los doce en la reunión ministerial que tendrá lugar en Bruselas el próximo lunes. El Gobierno español, por su parte, confirmó que el tema será discutido el próximo lunes, y un portavoz oficial calificó de "inaceptable incitación a la violencia" la orden de matar a Rushdie emitida por Jomeini.
El libro de Rushdie ha provocado ya una explosión de ventas en todo el Reino Unido y en Estados Unidos, donde ya se han agotado varias ediciones, aún antes de su lanzamiento formal, previsto para el próximo miércoles. pese a que una de las mayores cadenas de líbrerías de EE UU, Waldenbooks, decidió ayer sacar el libro de sus estanterías para proteger a sus empleados, la novela se está vendiendo en grandes cantidades. Ayer, la escritora estadounidense Marianne Wiggins, segunda esposa del escritor, anuló un viaje que tenía previsto realizar a EE UU para promover el libro.
Hasta ayer, las editoriales Presse de la Cité, de Francia, y Kiepenheuer und Witsch, de la República Federal de Alemaniay la griega Nea Synora, habían anunciado la suspensión de las ediciones de la novela en sus respectivas lenguas, mientras la italiana Mondadori, la danesa Sarrilerens Forlag y la holandesa Kluwer han dicho que seguirán adelante con sus planes de traducción y editarán la obra. En España, la editorial Seix Barral ha postergado hasta la semana próxima una decisión al respecto, mientras la catalana Proa señaló que esperará "hasta ver cómo evolucionan los acontecimientos" para tomar una decisión.
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