La Comunidad Europea y los países ACP acuerdan desbloquear las ayudas a los miembros del Convenio de Lomé
ENVIADO ESPECIAL Los 66 países de África, Caribe y el Pacífico (ACP) acogidos al Convenio de Lomé lograron ayer arrancar algunas concesiones de principio a la CE para la renovación del actual tratado de cooperación de ayuda al desarrollo. Las diferencias continúan siendo la clave, pero la conferencia ministerial celebrada en Brazzaville (Congo) se clausuró ayer con un "desbloqueo político de las negociaciones", según convinieron las dos partes. El miedo al mercado único ha polarizado la unión y las exigencias que plantea este bloque de países.
Método constructivo
"Al final se ha adoptado un método constructivo y ha imperado un tono sereno en las discusiones", subrayó el vicepresidente de la Comisión Europea, Manuel Marín, responsable de la política comunitaria de cooperación y desarrollo. En su opinión, el gran avance de Brazzaville es que "por primera vez se empieza a hablar con naturalidad de temas que eran tabú, como la deuda y la ayuda financiera para el ajuste estructural de las economías de estos países".
En cuanto a las concesiones, el presidente de turno del Consejo de Ministros de la CE, Francisco Fernández Ordóñez, señaló que se ha aceptado extender la participación comunitaria a la cooperación, ampliar la noción de desarrollo, admitir una interdependencia más igualitaria y reconocer su soberanía para explotar sus recursos.
La Comunidad se muestra flexible con respecto a ampliar a más de cinco años la duración del próximo Convenio de Lomé IV, que entrará en vigor a partir de marzo de 1990, pero rechaza la solicitud de un acuerdo ¡limitado en el tiempo. La ampliación geográfica a Haití y República Dominicana sigue sin resolverse, aunque ambos países han alcanzado la situación de observadores. La CE afirma su posición favorable al ingreso y pide a la otra parte una respuesta global, porque "por razones políticas, económicas y geográficas no es posible darles una solución diferenciada". Los países ACP han matizado su inicial postura de rechazo a aceptar a la antigua colonia española, pero plantean que defina primero el ámbito del Caribe y poner después un límite geográfico al Convenio de Lomé. Quieren, en último caso, evitar abrir una puerta a la entrada de todos los países centroamericanos, aspiración de España, el único país comunitario que no ha podido incluir en este marco de cooperación a sus ex colonias de América.
Los avances registrados en las declaraciones conjuntas aprobadas ayer representan un nuevo mandato de negociación, que comenzará a dirimirse en la maratón negociadora de finales de mayo y primeros de junio en Bruselas. Francia, consciente de que herederá bastantes problemas pendientes, ya ha programado un consejo para noviembre.
El presidente del Consejo de Ministros ACP, el primer ministro de las islas Fiyi, Ratu Mara Kamisese, ofrecía una imagen de seguridad y firmeza del bloque que representa. Los países ACP plantean que la Comunidad garantice que en el año 2000 ellos tendrán asegurado el 50% de su actividad económica en los cuatro sectores básicos de transformación, desarrollo, comercio y transporte. Ello significa pasar de una ayuda quínquenal comunitaria de 8.500 millones de ECU 1,13 billones de pesetas, en los que están incluidos 140.000 millones de préstamos privilegiados) a casi el doble. Pero, sobre todó, aumentar el comercio, privilegian más el sistema de garantía a las exportaciones y apoyar con dinero los procesos de ajuste. `Un objetivo imposible", argumentó un representante comunitario "aunque ellos saben que al final terminarán cediendo".
La CE está dispuesta a hablar de condonar la deuda, aunque su parte es sólo el 2,4% del total de 14,3 billones de pesetas que deben esos países. Como la competencia en esta materia corresponde a los países indivualmente, el eje de las esperanzas está depositrado en el acuerdo de "ampliar el comercio". Nada está cuantif¡cado. La ampliación de la cuota le 1.300.000 toneladas de azúcar a un precio tres veces superior al internacional es un tema Liera de Lomé, y la República I Dominicana acepta para el ingreso tener cuota cero.
