El jefe de Protección Civil ayudó a Lara a obtener datos para su oferta, según un alto funcionario

José Miguel Gastón de Iriarte, jefe del departamento de Protección Civil del Ayuntamiento de Madrid, acompañó a Miguel Lara, ex concejal del PSOE y presidente de Cetas de Seguridad, a la entrevista en la que Lara fue informado de las características técnicas del Centro Municipal de Informática (Cemi), según el funcionario que les atendió. Lara niega este extremo. Cetas de Seguridad, dos meses después, resultó elegida por el equipo socialista de gobierno como adjudicataria de un contrato directo por casi 50 millones de pesetas. La concesión fue anulada posteriormente por decisión del mismo equipo de gobierno. Una propuesta de Gastón y un informe del Cemi fueron decisivas para la concesión de la adjudicación.

Abel González, jefe del departamento de estudios del Centre Municipal de Informática (Cemi), aseguró a este periódico que hacia el mes de noviembre mantuvo una entrevista conjunta con Lara y Gastón, solicitada por este último. "Me llamó por teléfono y quedamos. Gastón se presentó acompaña do de Lara, a quien yo conocía de cuando en 1979 fue presidente de la Comisión Informática del Ayuntamiento". Gastón, según González, solicitó información sobre las caracte rísticas del sistema informático del Ayuntamiento, pues, según dijo, había convocado un concurso que llevaba una parte importante de informática. "Lara, durante la reunión, apenas ha bló", dijo este funcionario, que lleva 20 años en el Ayuntamiento. Abel González facilitó una información que, según él, es pública. "La información que facilité la sabe, por ejemplo, Arthur Andersen, que es otra de las empresas que acudieron al concurso. Por eso no me preocupó que estuviera presente Lara". Fuentes del Cemi confirmaron que, en total, fueron tres las empresas participantes en el concurso que solicitaron información sobre las características del equipo municipal. La reunión con Lara y Gastón, según la versión de Abel González, duró cerca de una hora; en ningún momento sus interlocutores informaron al jefe de estudios del Cemi que el ex concejal representaba a una de las empresas interesadas en el concurso. Otras fuentes del Cemi confirmaron ayer que Abel González les comentó la visita de Gastón y Lara cuando el tema del conflictivo contrato fue publicado por la Prensa.

La presencia de Gastón en la entrevista fue, sin embargo, negada con rotundidad por Miguel Lara, quien la calificó de "absolutamenta falsa". Lara afirmó que estuvo en dos ocasiones en el Cemi, aunque ninguna de ellas con Gastón. "La primera vez estuve con Enrique Reyes, que es consejero de la empresa; la segunda, solo, y concerté la entrevista personalmente. Acudí en dos ocasiones, pues en la primera se nos facilitó una información parcial".

En esta segunda ocasión Lara se entrevistó con Abel González. "No mantuve contacto alguno con Gastón durante el concurso y menos fui con él al Cemi. Sería absurdo. Si la oferta informática depende de una información, ¿cómo voy a ir a conseguir ésta con una de las personas que tiene que valorar la oferta?", dijo Lara. "Estoy persuadido de que esto es una guerra comercial".

Otro funcionario del Cemi, consultado por este periódico, manifestó ayer que durante la primera visita, Lara tampoco explicé el motivo por el que solicitaba las características infarmáficas del equipo municipal. "Pidió información general y no se le preguntó para qué la quería, pues al ser pública se facilita a quien la pide".

José Miguel Gastón, por su parte, no quiso confirmar ni desmentir su presencia en esta entrevista. "Cualquier infórmación que dé contraviene las normas del Ayuntamiento. Como fancionario, no tengo por qué darla, a no ser que me autoricen mis superiores", afirmó Gastón, quien tampoco quiso decir por qué fue elegida Cetas -empresa constituida en febrero de 1988 y que nunca había trabajado con el Ayuntamiento- entre las ocho empresas a las que se invitó a concursar.

"Voy a esperar el resultado de la comisión de vigilancia de la contratación y hasta entonces no voy a decir nada", aseguró Luis Larroque, primer teniente de alcalde. "No voy a acusar a nadie, por tanto, ni puedo pedir responsabilidades a un funcionario por no informarme, si lo sabía, de la presencia del ex concejal Lara en una de las empresas concursantes. No hay una norma que obligue a ello".

Informe favorable

El pasado mes de diciembre, Gastón pidió al departamento de estudios del Cemi que realizara un informe sobre las ofertas presentadas al concurso. Abel González, sin conocer que Lara -su interlocutor unas semanas antes- estaba en Cetas de Seguridad, estudió las cinco ofertas y certificó que era la mejor desde un punto de vista informático, "dado que es la única que ofrece un ordenador totalmente compatible con la red de sistemas S/38 de IBM que ya existe en el Ayuntamiento".

El informe fue esencial a la hora de adjudicar el contrato a Cetas de Seguridad, pues rompió el empate que hasta entonces existía con la firma Cepreven. El mismo día que entró este informe en Protección Civil, el jefe de la sección de planificación, con el visto bueno de José Miguel Gastón, firmó la propuesta de adjudicación a Cetas. Según el cuadro comparativo, Cetas obtuvo nueve estrellas (tres de ellas por informática), y Cepreven, una menos. La comisión de gobierno, ante estos informes, adjudicó el contrato a Cetas el 13 de enero. Veintiocho días después dejó sin efecto el acuerdo, al enterarse que Lara era presidente de Cetas.

En el análisis informático, Abel González indica que todas las ofertas de informática tenían un coste inferior a los 20 millones de pesetas asignados en el pliego de condiciones del concurso. Un pliego en cuya redacción no intervino el Cemi, departamento que se encarga normalmente de las compras de informática. En este sentido, el Ayuntamiento, como integrante de la Federación de Municipios, se beneficia de un convenio con las principales suministradoras de informática, que permite obtener descuentos del 5% a más del 20%.

Fuentes del Cemi no quisieron valorar el hecho de que se encargara a una empresa la compra de material informático con un precio de 20 millones cuando podía haberlo adquirido directamente el Ayuntamiento por una cantidad bastante inferior, teniendo en cuenta además que la adjudicataria se iba a limitar a comprarlos para su instalación en Protección Civil.