Estar bien con moros y judíos
Los dirigentes egipcios subrayan el hecho de la genuina situación geopolítica de que están dotados y han transformado el Camp David vergonzoso que les granjeara la enemistad de sus hermanos árabes en una baza. "El hecho político importante es que Egipto se ha convertido en un interlocutor admitido por todo el mundo", matiza Mahmud al Beltagui, director del Servicio de Información del Estado egipcio. Y lo cierto es que El Cairo mantiene fuertes relaciones con Estados Unidos, excelentes con la Comunidad Europea y bastante satisfactorias con la Unión Soviética. Ha logrado por otra parte, el regreso de la mayoría de las embajadas árabes, todo ello sin descuidar su presencia y los contactos con las naciones africanas y el grupo de los no alineados.Además, y éste es el punto clave, se trata del único país árabe que mantiene relaciones con Israel. Diez años después de que la Liga Árabe le expulsara por este motivo de su seno, el mismo foro prepara su reingreso por la puerta grande y, algo más veladamente, se prepara para seguirle en esa senda.
"Podemos imaginar tal vez una solución pacífica, una conferencia internacional, pero no va a ser tan fácil como la gente cree", expone, realista, un profesor de la universidad de Ein Shams. "No pienso que los israelíes vayan a ceder ni un solo centímetro a los palestinos. Se resistirán hasta el último momento".
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