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Xosé Luis Barreiro: "Si fuese absolutamente necesario, pactaría con Fraga"

Xosé Hermida

Xosé Luis Barreiro, seis meses después de un retiro forzado por su procesamiento, se dispone a reasumir las riendas de Coalición Galega, uno de los tres partidos que gobiernan la Xunta. Su anterior retiro duró un año, el tiempo justo para dejar la vicepresidencia del Gobierno del aliancista Fernández Albor, ingresar en un nuevo partido y apoyar una moción de censura del PSOE contra su antiguo presidente.

Barreiro volverá el próximo mes de abril a la secretaría general de Coalición Galega, cargo del que se vio obligado a dimitir, junto al de vicepresidente de la Xunta, en el mes de junio de 1988, tras ser procesado por los presuntos delitos de prevaricación y cohecho en relación con la concesión de la lotería instantánea en Galicia.Entonces Barreiro anunció su adiós a la política con lágrimas en los ojos, pero los que le conocen nunca llegaron a creer que esta decisión fuese definitiva. De hecho, el ex vicepresidente nunca se fue del todo. Dejó en su lugar a hombres de confianza, que no le fallaron cuando su impaciencia ante la marcha del proceso judicial le aconsejó volver e incluso presentarse a las próximas elecciones autonómicas.

Los socios de Coalición Galega en la Xunta, PSOE y Partido Nacionalista Galego, han mostrado sus recelos ante este regreso, y no ocultan su temor a un desmarque de los hombres de Barreiro en las próximas semanas.

El ex vicepresidente ha llegado a afirmar, en velada crítica a socialistas y nacionalistas, que Galicia vive uno de los peores momentos de la historia de la autonomía". Barreiro ahora matiza: "Yo no exculpo al Gobierno de ser una de las partes de esta mala situación, pero la oposición tiene una responsabilidad definitoria. Es una oposición que mueve automáticamente a la risa. Y ante todo esto, las perspectivas son las de un nuevo centralismo".

Barreiro volvería a repetir el pacto con los socialistas que desbancó a su antiguo partido de la Xunta, e incluso está dispuesto a renovar el acuerdo tras las próximas elecciones. "Lo que me gustaría es que fuese posible".

Sin embargo, no descarta por completo un pacto con Fraga, candidato popular a la presidencia de la Xunta. "Si fuese absolutamente necesario, yo pactaría. Tendría que ser objetivamente necesario para los dos y para el país". Como condición previa, exigiría que el presidente del Partido Popular "explicara mi proceso político con la misma reverencia e ironía con la que yo hablo de él".

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Barreiro ironiza que el hecho de que Fraga esté dirigiendo un partido democristiano "es una renovación cósmica". "Fraga lo ha hecho todo sin cambiar nunca", explica. "Fue ministro de Franco, se opuso a la ruptura constitucional, fue ponente de la Constitución, creó un partido conservador que se reclamaba heredero del pensamiento de Maura y ahora preside un partido democristiano. Todo lo que pasa da vueltas alrededor de Fraga. Es como un sistema geocéntrico".

El hombre que ha acaparado el protagonismo de la política gallega durante los últimos ocho años está convencido de que los hechos que originaron su procesamiento acabarán volviéndose contra los que lo demandaron, los máximos dirigentes del Partido Popular de Galicia. "No ha habido ninguna denuncia en la historia que no se haya vuelto contra los denunciantes, nada le debe la humanidad a los denunciantes".

"Se hace por delante"

El ex vicepresidente de la Xunta asegura comprender que AP quisiera vengarse de él por abandonar el partido y pactar con los socialistas, pero afirma que "eso se hace por delante, con las mismas armas de siempre. Llevar la política a los tribunales mediante acontecimientos manipulados es bananero, traicionero y miserable".Desde la secretaría general de Coalición Galega, Barreiro parece dispuesto a reclamar más solidaridad de sus socios en la Xunta. Aunque no cree que haya circunstancias que puedan romper el pacto en los pocos meses que faltan para las elecciones autonómicas de final de año, sí intuye "un peligro de insolidaridad en la labor del Gobierno, que hay que denunciarlo positivamente para fortalecer más al Ejecutivo".

Sin embargo, Barreiro asegura que no le molesta que el PSOE haya puesto en marcha una campaña informativa in la que se atribuye todos los logros de la gestión de la Xunta: "No me importa porque a esos actos sólo van los militantes socialistas. Ahora yo nunca lo haría, porque no entra en mi manera de hacer política".

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Sobre la firma

Xosé Hermida
Es corresponsal parlamentario de EL PAÍS. Anteriormente ejerció como redactor jefe de España y delegado en Brasil y Galicia. Ha pasado también por las secciones de Deportes, Reportajes y El País Semanal. Sus primeros trabajos fueron en el diario El Correo Gallego y en la emisora Radio Galega.

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