Sindicatos, empresarios y Gobierno regional sellan el 'abrazo' social en Madrid
Tres días después de la ruptura definitiva entre la Moncloa y los sindicatos, Comisiones Obreras ha puesto las cartas sobre la mesa en Madrid y ha anunciado su adhesión al plan regional de empleo de 1989. El abrazo social quedó sellado ayer tras las reuniones mantenidas por el presidente regional, Joaquín Leguina, con representantes de la patronal madrileña CEIM y UGT y CC OO. La incorporación del sindicato comunista al plan de empleo se producirá en los próximos días.
La entrevista con Joaquín Leguina puso punto final a largos meses de tira y afloja, con la mirada puesta permanentemente en los despachos del Ministerio de Trabajo donde se cocía la ruptura entre Gobierno y sindicatos, que se hizo firme el pasado martes.La directiva regional de CC OO llevaba aprendida la lección antes de entrevistarse ayer con Leguina. Según informó el portavoz del sindicato, Francisco Naranjo, "la entrevista fue positiva y se dan las condiciones precisas para que Comisiones se incorpore al plan regional de empleo para este año". Naranjo destacó entre las propuestas aceptadas que sólo se subvencionarán las iniciativas privadas que creen empleo neto y especialmente fijo así como la coordinación con el Instituto Nacional de Empleo (Inem) de los planes de Formación Profesional.
Ahora, tras el visto bueno de la directiva, sólo falta la aprobación del consejo regional de CC OO, que se reunirá previsiblemente el próximo día 20. La firma del acta por la que CC OO se incorpora a la comisión de seguimiento del plan regional de empleo se producirá poco después.
Leguina se reunió ayer también con representantes de la Confederación Empresarial Independiente de Madrid (CEIM) y con la directiva regional de UGT. Estos contactos pusieron punto y final a las negociaciones del plan regional de empleo de 1989, que cuenta con un presupuesto global de más de 20.000 millones de pesetas, aportado por la Comunidad de Madrid, los ayuntamientos, el Inem y el Fondo Social Europeo.
El plan, que será presentado próximamente en la Asamblea de Madrid, marca un hito en las relaciones entre las fuerzas sindicales y los órganos de gobierno en la región.
El abrazo social ha sido posible en plena resaca por la ruptura definitiva entre el Gobierno central y los sindicatos, que no han logrado llegar a ningún acuerdo sobre la política nacional de empleo de este año.
A partir de ahora, los sindicatos se encontrarán en Madrid entre la espada y pared, apoyando por un lado movilizaciones a nivel nacional -con Madrid como posible escenario de una gran manifestación el Primero de Mayo- y respaldando por otro la política del Ejecutivo autónomo que preside Joaquín Leguina.
En la cuerda floja
El acuerdo con UGT en Madrid, que ha sido posible por segundo año consecutivo, se ha conseguido en unos momentos en que las relaciones entre el Gobierno y la cúpula del sindicato socialista están en la cuerda floja. Pero la guinda de la concertación social en Madrid la ha puesto CC OO.La entrada del sindicato comunista en el plan regional de empleo se fraguó hace varias semanas. Comisiones Obreras presentó entonces a la Consejería de Economía una lista de propuestas como condición para su adhesión al plan.
El Gobierno regional aseguró poco después que estaba de acuerdo en el 80% de las medidas que solicitaba Comisiones Obreras tales como condicionar las subvenciones a empresas a la creación neta de empleo y crear un organismo único que coordine la formación profesional, ayer aceptadas.
Comisiones logró también la creación de órganos de control del Instituto Madrileño de Desarrollo (Imade) y del plan económico regional coordinado -en preparación-, así como la creación de un Instituto Cooperativo Madrileño.
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