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Un centro de revisión declaró apto a un conductor de ambulancias tuerto

La Jefatura Provincial de Tráfico de Ciudad Real ha ordenado la apertura de un expediente y el cierre cautelar del Centro de Reconocimiento de Conductores (Cereco), propiedad de Lucilo Cuñado Alcalde, ante la denuncia de un particular contra un conductor de una ambulancia que había sido declarado apto para llevar el vehículo, pese a tener la visión del ojo derecho prácticamente perdida.El certificado emitido por el centro señalaba que este automovilista padecía una miopía de sólo 0,6 dioptrías, mientras que el apartado correpondiente al test piscotécnico figuraba en blanco.

Un inspector de la Delegación Provincial de Sanidad de Ciudad Real se personó, junto a un responsable de la Jefatura de Tráfico en el centro de reconocimiento, donde no se encontraban, como es preceptivo, ni el médico, ni el oftalmólogo, ni el psicólogo, que conforman el equipo. El inspector observó, además, que la recepcionista firmaba los certificados, pese a ser esto competencia del director. Estos hechos han motivado que las autoridades sanitarias remitan el expediente al fiscal de la Audiencia Provincial por si de él pudieran derivarse responsabilidades penales, por posible delito de falsedad en documento público.

El expediente señala asimismo que el protocolo de exploración, que se queda en el centro, sólo está firmado por el interesado y nunca por el director ni el médico y que, en ningún caso, se rellena el apartado dedicado a test psicotécnico.

El delegado provincial de Sanidad, Joaquín Chacón, manifestó que hay otros tres expedientes, "aunque en principio por faltas no tan graves", en otros centros de Ciudad Real y se están intensificando las inspecciones sobre ellos.

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