Fernández Ordóñez y Hassan II cierran en Marraquech la última crisis hispano-marroquí

Las entrevistas que ayer sostuvo en Marraquech el ministro español de Asuntos Exteriores, Francisco Fernández Ordóñez, con el rey Hassan II y su homólogo marroquí, Abdelatif Filali, permitieron superar la última crisis en las relaciones entre España y Marruecos, en opinión compartida por fuentes diplomáticas de ambos países. En palabras del ministro español, Hassan II lo recibió "con la simpatía y cordialidad de siempre". Fernández Ordóñez reiteró al rey de Marruecos la invitación para visitar España, "en nombre del rey Juan Carlos y del pueblo español".

La audiencia concedida por Hassan II a Fernández Ordóñez en su palacio de Marraquech comenzó a las 13.20, hora peninsular, duró casi una hora y estuvo dominada por los cantos recíprocos a la amistad hispano-marroquí. Este encuentro había sido precedido por una sesión de trabajo entre el ministro español y su homólogo marroquí. Sin particular acritud, Filali expuso las tesis tradicionales marroquíes sobre Ceuta y Melilla, que el ministro español escuchó sin comentarios. "Hubiera sido raro que la parte marroquí no comentara el teína", dijo posteriormente Fernández Ordóñez.A propósito del proceso de paz en el Sáhara Occidental, Fernández Ordóñez recibió "información complementaria" a la que le había facilitado la pasada semana en Madrid Bechir Mustafá Sayed, número dos del Frente Polisario. El ministro español prometió a sus interlocutores marroquíes que su Gobierno defenderá Ios intereses específicos" de Marruecos en la CE durante el semestre que preside esta organización. También ofreció "una mayor presencia de la cultura española" en el reino jerifiano y aseguró que España "será el último país europeo en exigir visado a los marroquíes".

Fernández Ordóñez estaba acompañado en Marraquech de Jorge Dezcalla, director general de Africa y Oriente Medio; Javier Conde, de la Secretaría de Estado para las Relaciones con la Comunidad, y el embajador español en Rabat, Joaquín Ortega. La delegación española llegó a las 10.15 al aeropuerto de Marraquech dispuesta a superar con diversos gestos amistosos los problemas que en los últimos 10 días han estado a punto de precipitar una nueva crisis de las siempre complicadas relaciones bilaterales entre España y Marruecos.

"Se han producido ciertos malentendidos que convenía disipar. Por eso me he apresurado a venir rápidamente, a deshacerlos en persona", dijo el ministro, para justificar su decisión de efectuar finalmente su cancelado viaje a Marruecos. Para empezar, el ministro y sus acompañantes anunciaron que pernoctarían en Marraquech, en el lujoso hotel La Mamumia, cuando en principio tenían previsto regresar a Madrid el mismo día.

Todos los comentarios públicos y privados de la delegación española subrayaron los aspectos positivos de las relaciones con Marruecos, en particular la concesión española de importantes créditos al reino jerifiano, la creciente presencia de turistas españoles en el mismo, la ausencia actual de serios problemas en materia pesquera y la reiteración de la invitación a Hassan II para que viaje a España.

"La fecha del viaje de Su Majestad Hassan II a España se fijará por vía diplomática. Deseo que sea lo antes posible", dijo en el mismo aeropuerto de Marraquech Francisco Fernández Ordóñez, que empleó la fórmula deseada por el soberano marroquí de "una invitación efectuada en nombre del Rey y del pueblo de España".

Problemas de vecindad

Más tarde, el ministro calificó de "muy buenas" las relaciones bilaterales y afirmó que existe "una voluntad de las dos partes de que las cosas vayan bien, por encima de los inevitables pequeños problemas de vecindad'.

Respecto a la razón oficial que llevó al rey de Marruecos a suspender su viaje a España el pasado noviembre, el diplomático español expresó su convicción de que el problema está superado "desde el momento en que el rey Hassan II dialoga ya directamente con el Polisario". Hassan II canceló aquella visita tras el voto español en la ONU favorable a negociaciones entre Marruecos y el Polisario.

Marruecos no ha sacado a relucir la entrevista que celebró la pasada semana en Madrid Fernández Ordóñez con el número dos del Polisario, a la que siguió el anuncio de una posible reapertura de la oficina de esa organización en la capital de España. Los marroquíes están convencidos de que esa entrevista fue "una represalia" del ministro español por las declaraciones a EL PAÍS de Hassan II, que fueron publicadas pocos días antes, pero el tono respetuoso respecto al rey de Marruecos adoptado en Madrid por Bechid Mustafá Sayed ha contribuido a quitar mucho hierro a las reticencias marroquíes.

En Marruecos existe el convencimiento de que el Gobierno de Madrid no está interesado en una sanción definitiva del conflicto del Sáhara, "a fin de sacar provecho propio de las rivalidades entre los magrebíes", como ayer mismo publicaba el diario nacionalista El Alam.

Para Francisco Fernández Ordóñez, esas acusaciones son "injustas". "España", dijo ayer el ministro, "está interesada sinceramente en que la construcción de la unidad magrebí salga adelante'. En su opinión, en la CE comienza a abrirse camino un gran interés hacia los asuntos de la "ribera sur del Mediterráneo occidental".