Todos somos culpables
La noticia ha circulado estos días por las agencias y redacciones nacionales: Sandra Calvo, de cinco años de edad, ha sido violada y arrojada desde un cuarto piso a la calle en el barrio de Alza, San Sebastián. La condena del crimen ha sido tan horrorizada como unánime: gritos, dolor, escritos, manifestaciones... Lo cierto y verdad es que acciones semejantes a ésta que comento se incluyen cada día con mayor frecuencia en las páginas de sucesos de Prensa.¿Qué es lo que ocurre? Pues sucede que vivimos unos tiempos confusos en los que resulta difícil hallar el equilibrio vital, y esto ocurre singularmente así en el acotado sexual; huyendo quizá de antiguas represiones, estamos cayendo hoy en tolerancias sociales que sólo se descalifican en casos límite. Por lo demás, vale casi todo.
No cabe duda de que vivimos en una sociedad hipersexualizada, y huyo de toda valoración moral, hoy tan desacreditada, a la hora de pulsar esta realidad; intento analizar la situación solamente de tejas para abajo. Desde la pornografía enlatada servida a domicilio por el vídeoclub de turno al incentivo sexual incorporado hoy a toda publicidad televisada que se precie, toda una gama de sugerencias sensuales presiona a diario sobre hombres y mujeres, niños y adultos, sanos y enfermos. Lógicamente, semejante catequesis abusiva acaba por crear una serie de obsesos y parias sexuales capaces, por ejemplo, de violar a una niña de cinco años y arrojarla después por la ventana.- Jesús Uruñuela.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.