El puente de los Frailes Negros
La gente nunca se creyó que Roberto Calvi se hubiese suicidado, pero ha sido ahora cuando, por primera vez, un tribunal ha afirmado que Calvi fue asesinado. La sentencia de los jueces civiles milaneses Darío Purcaro, Rita Errico y Domenico Chindemi, en favor de la viuda de Calvi y contra una compañía de seguros, afirma en la página 53 que, tras haber reconstruido los hechos, "debe considerarse que la muerte de Roberto Calvi ha sido provocada por un hecho violento no deseado por él y provocado por terceros, es decir, como consecuencia de una agresión culminada en su homicidio".Al parecer, la prueba definitiva es una reconstrucción de lo ocurrido la noche del 17 de junio de 1982 bajo el Blackfriars Bridge, el puente de los Frailes Negros, de Londres, donde el cadáver de Calvi apareció colgado por el cuello con una cuerda amarilla de nailon usada para amarrar las barcas. Según esta reconstrucción, los jueces de Milán han decidido no sólo que Calvi no se pudo suicidar de aquella manera sino que todos los indicios llevan a la conclusión de que el banquero italiano fue llevado con engaño a dicho lugar aquella noche con la promesa de que iba a ser trasladado a un refugio seguro. Una vez allí, dentro de una barca, unos sicarios le echaron la soga al cuello y, tirando hacia arriba, primero lo asfixiaron y después lo colgaron de una barra del andamio de tubos de hierro.
Una prueba de que Calvi pensaba que lo iban a llevar a un lugar seguro es que llevaba consigo seis pares de gafas, 12 carteras, un millón y medio de pesetas en efectivo, dos relojes, un estuche de peines, su pasaporte falso y varios objetos más. "Es evidente", dicen los jueces, "que Calvi no salió aterrorizado de la pensión en la que se alojaba, con todas aquellas cosas, ni para dar un paseo a aquellas horas de la noche -pasadas las 12- ni para ir a suicidarse". Por otra parte, dicen los jueces, ¿cómo llegó hasta el puente, que se halla a seis kilómetros de la pensión, cuando la policía de Londres no ha conseguido encontrar a ningún taxista que aquella noche llevara a nadie hasta aquel lugar?
La reconstrucción del supuesto suicidio, en las condiciones en las que hubiera tenido que hacerlo Calvi, a sus sesenta años y padeciendo -como padecía- de vértigo, de noche y casi a oscuras, fue intentada por dos jóvenes atletas, que no pudieron conseguirlo. Por otra parte, dicen los jueces, si Calvi se suicidó de aquel modo, tuvo que haber dado un salto de un metro en el aire, mientras que la autopsia ha revelado que no tenía ninguna fractura en los huesos del cuello, algo que se produce irremediablemente en todos los suicidios de ese tipo.
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