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Los sindicatos italianos confían en que se persiga a los defraudadores fiscales

Juan Arias

Los sindicatos italianos anunciaron ayer, de manera oficial, la anulación de la huelga general proclamada para el 31 de este mes contra la política fiscal del Gobierno. Las tres grandes centrales justificaron su decisión por el hecho de que la protesta se había vaciado de contenido una vez que el Gobierno de De Mita se comprometió formalmente "a hacer pagar los impuestos a los que nunca los han pagado o a quienes los han pagado a medias", y terminar, mediante la recuperación del fiscal drag, con la injusticia eterna de cargar siempre sobre las espaldas de los trabajadores asalariados y los jubilados el peso del gasto del Estado.Por Vez primera en muchos años, los tres grandes sindicatos -CISL, CGIL y UIL- reconocieron su unión para una misma batalla y una misma victoria, sin rupturas.

También por vez primera en mucho tiempo, en efecto, la oposición comunista se ha declarado satisfecha de un acuerdo conseguido entre los sindicatos con el Gobierno.

Por su parte, la presidencia del Ejectitivo ha justificado las concesiones hechas a los sindicatos para evitar la huelga general, y ha afirmado que se ha tratado ,de un "importante gesto político, de carácter nacional, como lo es el poner remedio a la injusticia fiscal".

Quienes han recibido de mala gana el acuerdo han sido los empresarios, que temen un aumento incontrolado de la inflación. Idéntica insatisfacción han expresado republicanos, liberales y algunos miembros de la Democracia Cristiana (DC), algo que podría acarrear problemas al Gobierno de De Mita.

. El acuerdo ha servido, sobre todo, para reactivar el papel. de los sindicatos, hasta el punto de que ayer un editorial de La Repubblica, sin firma, cosa que en Italia concede una mayor fuerza al artículo, puso en guardia sobre el peligro de que el sindicato pueda volver, como hizo entre los años setenta y ochenta, a interesarse no sólo por lo que le es propio, sino también "por la política económica general y la discusión de temas concernientes a grupos sociales sobre los cuales el sindicato no tiene autoridad para representarlos". De ese modo, afirma el editorial del diario romano, podría limitarse el peso del Parlamento y provocar crisis gubernamentales, cuando se trata de que cada institución mantenga su papel definido: el Parlamento legisla, el Ejecutivo gobierna y los sindicatos plantean su lucha si no están de acuerdo con las decisiones adoptadat, pero, en ningún caso, utilizan la huelga -como se ha sospechado como un "método de combate en el seno de la mayoria gubernamental".

[Mario Biagioni, de 57 años, senador del Movimiento Social Italiano (MSI, neofascista), fue encontrado ayer muerto junto a una vía de ferrocarril en un punto del centro del país, según informó Reuter.]

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