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NUEVO INTENTO DE CONCERTACIÓN SOCIAL

'Culo de hierro'

C. P. Los dirigentes de UGT y Comisiones Obreras coinciden en afirmar que el Gobierno ha acudido a estas reuniones como si se tratara de un convenio colectivo y pidiendo a la otra parte que rebaje sus peticiones para hallar un punto de encuentro.

Sin embargo, para las dos centrales no está en juego una negociación convencional, porque ha ido presidida de una huelga general masivamente secundada y porque las demandas afectan a ocho millones de españoles, siete millones de ellos pertenecientes a los sectores más desprotegidos de la sociedad, como son los jubilados, los parados y los trabajadores sujetos al salario mínimo.

En la central ugetista existe un cierto pesimismo sobre la posibilidad de llegar a acuerdos, sobre todo después de haber analizado las declaraciones públicas de responsables gubernamentales y el desarrollo del comité federal del Partido Socialista.

Antón Saracíbar, secretario confederal ugetista de organización, lamenta que el partido y el Gobierno socialistas no hayan hecho una reflexión política después del 14 de diciembre, y cree que el PSOE sigue estando en "un estado de nerviosismo", y eso le impide tomar decisiones favorables a las demandas sindicales.

La consecuencia en términos políticos de esa actitud, según Saracíbar es que "otras formaciones políticas intentarán rentabilizar las reivindicaciones de los sindicatos y las introducirán en sus programas electorales".

El dirigente de la Unión General de Trabajadores no quiere avanzar lo que puede ocurrir en las próximas elecciones, pero sí admite que obligará a las centrales a tomar "alguna decisión" si el Gobierno socialista se mantiene "en la cerrazón y el empecinamiento".

Por ello Anton Saracíbar espera y confía en que la Administración cambie de actitud porque "si quiere, puede hacerlo en términos económicos".

Mediación

Agustín Moreno, dirigente de Comisiones Obreras, entiende en estas negociaciones que los sindicatos realizan una labor de mediación entre el Gobierno y ocho millones de españoles, y asegura que las dos centrales están dispuestas a dar facilidades para que el Ejecutivo cumpla sus compromisos, graduando los plazos y admitiendo que el subsidio de desempleo para algunos colectivos se demore un tiempo, pero siempre que el Gobierno renuncie a que la negociación se convierta en "un toma y daca".

Agustin Moreno asegura que las demandas de las centrales sindicales son algo parecido a "una ley que hay que cumplir", y están preparados para aguantar las horas que haga falta en la mesa de negociación, con una estrategia que él denomina "de culo de hierro".

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