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Padres de toxicómanos aprenden técnicas para afrontar el problema de la droga

En el centro de día de San Blas no sólo fijan su atención en los chicos y chicas adictos a cualquier tipo de droga ilegal, sino que han dedicado un programa exclusivamente a los familiares de estos jóvenes que quieren ayudarles desde la barrera. En esta escuela se les enseña técnicas para establecer normas mínimas de convivencia o para saber cómo debe actuar un padre con su hijo toxicómano.

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"Trabajamos en los dos frentes", dice Concha Domínguez, directora del centro de San Blas. Un centro en el que no sólo se aprende a no consumir drogas, sino también a crear un nuevo estilo de vida. Muchas de las cosas que enseñan a estos padres, hermanos, tíos o parejas (que deben ser no consumidores) forma parte de los programas dirigidos a los drogadictos. Ambas partes suelen compartir una serie de síntomas derivados del consumo de drogas.Depresiones, estrés, ansiedad o insomnio no son patrimonio exclusivo del toxicómano; también sus familiares más cercanos los sufren. Con estos programas se les alecciona para saber superar estas situaciones o para hacer más fácil la desintoxicación del hijo o el familiar. Los responsables de esta escuela instan a estos familiares para que apoyen los comportamientos positivos que puedan tener estos jóvenes. "Desde una son risa al hecho de venir al centro", añade Concha Domínguez. Por ello esta escuela para padres se alarga durante las tres fases que componen el tratamiento, y que suele durar entre nueve meses y un año.

Esta es una de las innovacio nes que estos centros de día han puesto en práctica dentro de la rehabilitación de toxico manías. Por ahora sólo existen en San Blas y Móstoles, pero tienen previsto abrir tres más en la zona norte, sur y en Alcalá de Henares. "Están a mitad de camino entre el tratamiento ambulatorio y las comunidades terapéuticas rofesionales, dice Carlos Mateo, coordinador del Plan de drogas regional.

25% de curaciones

Los responsables del plan estiman en un 25% el porcentaje de chicos que tras este tratamiento no probarán las drogas pasados seis meses. La previsión es alta si se compara con el 4% que se obtiene habitualmente en otros tratamientos. Según estos especialistas, se pueden llevar a cabo curas en comunidades terapéuticas, "siempre que estén dirigidas por profesionales". También añade que no han tenido fuerza para acotar el marco de trabajo de comunidades como El Patriarca, "pero no mantenemos relación con ellos ni les damos subvenciones, porque no nos merecen confianza", dice Mateo.

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