Y actuaron como lo que eran..., criminales

Un periódico regional de La Haya, De Haagsche Courant, es el primer medio de comunicación holandés que ha sido objeto de amenazas y ataques con bomba en la historia de la Prensa del país. La publicación de una crónica de tribunales sobre la agencia de detectives y cobro de morosos Toetanchamon, que no obtuvo licencia para inscribirse en el registro, activó la espoleta de una cadena de actos, que culminó con la explosión de un coche bomba.

El atentado se produjo junto al edificio de la empresa Sijthoff Pers, editora del diario y con el que comparte instalaciones. Tres miembros de la agencia Toetanchamon se han declarado autores de los hechos y su jefe, E. Hoos, de 42 años, se ha entregado a la policía de La Haya.Todo empezó, en noviembre, con una amenazadora llamada telefónica de E. Hoos al diario el mismo día en que apareció publicada la negativa de la Corte de La Haya de proporcionar una licencia a su agencia, dado el pasado criminal de sus integrantes. Se trataba de un (aso menor que sólo apareció reseñado en De Haagsche Courant. Para Hoos, sin embargo, la neta suponía mucho. Pidió una rectificación, indicó que solicitaría una indemnización millonaria por daños y perjuicios y terminó diciendo: "Si ustedes nos califican de criminales, actuaremos como tales".

Esa noche, alguien entró en el garaje del diario prendió fuego a una camioneta. Los daños fueron valorados en unos 30 millones de pesetas. Simultáneamente, una oficina anexa de La Haya sufrió un pequeño incendio. "No podíamos relacionar los hechos con Toetanchamon", dice Dick M. W. Toet, redactor jefe del periódico que cuenta con 240 periodistas y 180.000 suscriptores. "Todo se limitó a un atestado de la policía sobre un corriente acto vandálico", añade.

La atmósfera se enrareció aún más tras un encuentro entre Hoos y sus atogados, y los miembros directivos de la editora Sijthoff Pers y el suyo. "En esa cita, los responsables de nuestra editorial fueron amenazados con accidentes de tráfico el contagio de terribles enfermedades", relata Toet. Los hechos empezaban a clarificarse. "Hubo todavía falsas amenazas de bomba, rotura de ventanas en los domicilios de nuestros directivos, e incluso quemaron un quiosco que vende el diario. Hasta que nos llamaron para anunciar la explosión de un coche bomba estacionado junto a este edificio", añade.

A partir de entonces, la policía destinó 14 agentes al caso del diario amenazado. El lanzamiento de una bomba contra un coche policial durante un partido de fútbol en La Haya condujo a la solución. Las declaraciones de las tres personas detenidas allí por este acto y el hallazgo de explosivos en los sótanos de la agencia Toetanchamon aportaron las pruebas necesarias para respaldar las acusaciones.