Los comunistas italianos se distancian del marxismo

El Partido Comunista de Italia, el más importante en Occidente, acaba de declarar por boca de su secretario general, Achille Occhetto, que se siente más "hijo de la Revolución Francesa" que de la Revolución de Octubre, por lo cual declara que el marxismo ya no le sirve.

El diario La Repubblica, al calificar de "sorpresa" la declaración de Occhetto, añade: "No es poco para un partido que en el pasado juzgó los principios de 1789 como valores burgueses".

En efecto, en una entrevista que mañana publicará el semanal L´Espresso, el secretario comunista afirma literalmente: "Si consideramos agosto de 1789, aquel momento fundamental que fue la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano, no existen dudas: el partido comunista italiano se siente hijo de aquel gran acto de la historia, hijo de la Revolución Francesa". Y ello, explica Occhetto, porque "hemos reconocido la democracia como valor universal, y el valor universal de la democracia fue afirmado precisamente en aquella declaración".

El secretario comunista italiano cree que, en realidad, los principios de la Revolución Francesa aún no se han realizado enteramente. "La Revolución Francesa", dice, "proclamó la libertad y la igualdad, pero ¿en qué medida estos dos términos consiguieron conciliarse en la sociedad del siglo XIX? Casi nada: la libertad apenas sancionada se vio enseguida en contradicción con una igualdad casi nunca alcanzada, casi siempre traicionada. Sí: la Revolución de Octubre, lejos de resolver dicha contradicción, la exasperó aún más, forzando el término de la igualdad". El resultado, concluye el líder comunista, es que "hoy vivimos en un mundo que tiene aún ante sí el papel de poner en práctica la Revolución Francesa'.

Careo Occhetto-Craxi

Al referirse al líder socialista Bettino Craxi, que se halla en pugna con Oechetto por el liderazgo de la izquierda reformista de este país, el dirigente comunista afirma: "Creo que Craxi apuesta menos por el futuro al preferir mantenerse dentro de unos esquemas culturales pertenecientes al pasado: Proudhon contra Lenin, Garibaldi contra Pisacane, liberales contrajacobinos. En lo inmediato esto puede darle frutos, pero no prepara a Italia para los cambios de mentalidad que serían necesarios. No abre caminos nuevos".Craxi le responde, desde las mismas columnas de L´Espresso, que "las crisis y el fallo de las revoluciones comunistas vuelve a dar razón hoy a los moderados de la izquierda, es decir, a los reformistas".

Curiosamente, en el tema de la violencia, mientras Craxi afirma que "en ciertas circunstancias es absolutamente legitirna" y que concretamente contra el tirano "es siempre legítima", Occhetto, a la misma pregunta, responde categórico: "Yo creo que la historia nunca necesita la violencia", y añade que se ha acabado la era de las revoluciones violentas.