IU acusa al Gobierno de cesiones a Guinea sin que exista voluntad democrática

FERNANDO JÁUREGUI / ANA CAMACHO El rey Juan Carlos y el presidente Felipe González visitarán por separado Guinea Ecuatorial, probablemente a finales de este año, respondiendo a la invitación oficial cursada ayer por el jefe del Estado de la ex colonia, Teodoro Obiang, poco antes de partir de Madrid. Antes de regresar a Malabo, el presidente guineano hizo ayer escala en Marraquech, donde tenía previsto entrevistarse con el rey Hassan II. La visita de Obiang a Madrid no ha estado exenta por completo de tensiones: un dirigente de Izquierda Unida acusó ayer al Gobierno español de haber "cedido demasiado" sin pedir nada a cambio, cuando Obiang "no ha ofrecido palpables muestras de voluntad democratizadora en su país".

El comunicado conjunto que ayer puso término a la visita -Obiang emprendió vuelo de regreso a media mañana, una hora más tarde de lo previsto, al retrasarse el avión marroquí que le llevó a Malabo- insiste en considerar que "las relaciones hispano-ecuatoguineanas entran en una fase de relanzamiento" y en que ahora "se abre la vía para una colaboración más ambiciosa". Aunque será en el curso de la reunión de la comisión mixta, que tendrá lugar el 13 y 14 de febrero, cuando comenzarán a ponerse en marcha los planes concretos, en los sectores educativo, cultural, sanitario y económico-financiero -y, aunque el comunicado no lo diga, defensivo-, el texto conjunto explica, en nueve puntos, los acuerdos a que se llegaron tras la visita.Entre estos acuerdos, se señala que el plan-marco, que deberá elaborarse este año por la comisión mixta, será válido para el período 1990-1993. Se expresa la voluntad española de condonar un tercio del montante de la deuda guineana con España -6.000 millones de pesetas- "y de animar a los restantes países acreedores a que apliquen a Guinea Ecuatorial un trato similar".

El Gobierno español mantendrá contactos con entidades financieras privadas españolas para llegar a la apertura de una oficina en Guinea Ecuatorial. España concederá, asimismo, becas para que personal ecuatoguineano se especialice en materia bancaria. Ambas partes crearán las condiciones necesarias "para que el sector privado espafflol pueda operar eficazmente y con garantías en Guinea Ecuatorial".

Estrategia de desarrollo

Frente a estos compromisos españoles, el comunicado tan sólo hace una alusión a que Guinea está formulando "una nueva estrategia de desarrollo" más acorde, según completaron fuentes españolas -que mantuvieron un gran hermetismo durante la visita-, con los postulados del Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional. Sin embargo, el texto no hace referencia alguna a una voluntad democratizadora por parte del régimen de Obiang, contra lo que, antes de la llegada de éste a Madrid, habían manifestado autoridades españolas que iban a exigir al mandatario guineano.

En el discurso pronunciado por Felipe González en el almuerzo ofrecido el lunes en la Moncloa, el presidente felicitó a Obiang por el progreso logrado "en el desarrollo de los derechos humanos en su país".

Por otra parte, la oposición guineana en el exilio -que, por primera vez, unió sus fuerzas la pasada semana para exigir negociaciones a Obiang- manifestó ayer su "decepción" ante la frustrada entrevista entre el jefe de Estado guineano y una comisión mediadora integrada por cuatro organizaciones no gubernamentales de ayuda al desarrollo -Justicia y Paz, Paz y Desarme, Iepala y Asociación pro Derechos Humanos- y grupos políticos españoles.

La reunión había sido gestionada por el ex director de la UNED en Bata, Luis de la Rasilla. Este encuentro tenía como objetivo las bases para el desarrollo de negociaciones directas entre Obiang y la oposición guineana de cara al retorno de los expatriados y la concesión de una amnistía.

Reunión fallida

El pasado domingo, De la Rasilla presentó en Madrid al viceministro de Exteriores guineano, Santiago Eneme, el documento firmado por toda la oposición en el exilio a favor de la reunión, que fue fijada para el día siguiente. Sin embargo, De la Rasilla, miembros de AP e IU y representantes de las cuatro organizaciones no gubernamentales permanecieron más de cuatro horas la llegada de los enviados de Obiang. Éstos argumentaron que no habían sido inlarmados convenientemente de la reunión.

Los i esponsables de relaciones inte -nacionales de AP e IU acusaron ayer al PSOE de haber "torpedeado" el encuentro y anunciaron su propósito de interpelar al ministro de Exteriores, Francisco Fernández Ordóñez, para pedirle explicaciones sobre las eventuales presiones del Gobierno sobre la delegación guineana para que no se encontrara con la comisión mediadora.

Además, piensan pedir a Fernández Ordóñez que aclare el contenido de las conversaciones entre ambos gobiernos, "si es que las ha habido", en relación con la necesidad de democratizar el país africano.

AP e IU subrayaron la exigencia le que se condicione la concesión de las ayudas económicas españolas a un cambio de política de Guinea -país al que calificaron de una "dictadura militar que goza de la connivencia del Gobierno español"- con vistas a las elecciones presidenciales que se celebrarán en Guinea en agosto.