Baker defiende una política "realista y muy prudente" de EE UU hacia Moscú
Estados Unidos, bajo la presidencia de George Bush, evitará por igual el "ciego aislacionismo y el imprudente unilateralismo", aseguró ayer el nuevo secretario de Estado, James Baker, en el examen de confirmación al que fue sometido por el Senado. Baker, que fue pieza clave en la Casa Blanca de Reagan y ex secretario del Tesoro de la anterior Administración, defendió una política "irealista y muy prudente" hacia la URSS de Gorbachov y sugirió cambios en la política de desestabilización hacia Nicaragua, que calificó de "frustrante y contradictoria".El nuevo jefe de la diplomacia norte americana dijo que era hora, aprovechando la próxima celebración del 500 aniversario del descubrimiento de América por Cristobal Colón, de que EE UU se embarque en "un viaje de redescubrimiento del Caribe y de Latino américa". Aceptó que EE UU necesita una "nueva política" hacia Centroamérica y dijo que ha llegado el momento de que este país se tome a México, al que prometió ayuda, con "el respeto y el interés" que merece.
Baker fue muy cauto en la primera exposición pública de lo que puede ser la política exterior de Bush, sin comprometerse en los detalles y anunciando que la nueva Administración se tomará su tiempo, sobre todo en sus relaciones con la URSS, a la espera de una revisión completa de su política estratégica y de negociación de armamentos.
Baker insistió en que el éxito o el fracaso de la perestroika no depende de lo que haga EE UU, concedienolo o no créditos, sino de que el líder soviético logre ejecutar el cambio en el interior del país. Reiteró que la Administración de Bush apuesta por el éxito de las reformas que si triunfan pueden producir una relación "más previsible, más coherente y más estable" entre los dos países.
"Seguimos siendo un poder Atlántico y también Pacífico, pero una relación no debe ir en detrimento de la otra", declaró Baker. Dijo que Washington seguirá con "extremado interés" el proceso europeo hacia el mercado único de 1992, para saber si Europa se construye hacia fuera o mirando hacia dentro.
Baker reconoció que serán necesarios "mecanismos financleros más creativos" para resolver el problema de la deuda del Tercer Mundo y que su plan no ha funcionado muy bien. "No hay una cura mágica global". dijo.
Astuto político
Su exquisito cuidado por asegurar que EE UU es hoy "más fuerte, en el interior y en la escena internacional", gracias a las políticas seguidas por Reagan, no impidió que Baker criticara el unilateralismo global que ha guiado la actuación de este país en los últimos ocho años. Bush no hará política exterior "por libre", prometió el jefe de su diplomacia, ni será la CIA quien determinará la acción exterior de EEUU.
Baker, que no tiene una formación específica en política internacional, pero es uno de los más astutos políticos, no reveló sus cartas sobre como salirse de una política, "no satisfactoria" en sus propias palabras, hacia Nicaragua. "Pero claramente necesitamos una nueva aproximación al tema si queremos tener éxito". "Debemos unirnos", añadió, "en unos objetivos claros para Centroamérica: democratización, desarrollo y seguridad para todos los Estados de la región. Todos deben estar libres del miedo de de vecinos suversivos".
Principios para las relaciones con Moscú
Baker expuso cinco principios que deberán guiar las relaciones de EE UU con Moscú:- Continuar apoyando los cambios internos en la URSS. "No preferimos una Unión Soviética débil con la perestroika fracasada".
- No medir el progreso en las relaciones "por los créditos o concesiones que vayamos haciendo".
- Asumir que la política de EE UU de paz a través de la fuerza ha contribuido al nuevo realismo de Moscú.
- Continuar probando a la URSS en los derechos humanos y en los conflictos regionales, no permitiendo que la retórica sustituya a la moderación en el Tercer Mundo.
- Y ampliar la agenda de las relaciones a temas como el terrorismo, las drogas y la protección del medio ambiente.
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