El espectacular cambio de la política soviética, causa del éxito de la CSCE
Los ministros de los 35 países firmantes del Acta de Helsinki llegaron ayer a Viena, donde hoy comienza la solemne sesión de clausura de la Conferencia sobre Seguridad y Cooperación en Europa (CSCE). El foro de Viena concluye con un balance tan positivo como imprevisible cuando se abrió, en noviembre de 1986. La clave del éxito está en el espectacular cambio de la política soviética sobre la seguridad militar y los derechos humanos.
El líder soviético, Mijail Gorbachov, y sus ofertas de desarme, sobre todo su iniciativa de retirada unilateral de tropas de Europa, anunciada ante las Naciones Unidas el mes pasado, han sido protagonistas de esta conferencia, cuyos efectos sobre las relaciones Este-Oeste pueden ser espectaculares.Con la única excepción de Rumanía, las reacciones de los participantes en la CSCE de Viena al acuerdo sobre el documento final coinciden en resaltar los importantes avances que la reunión de la capital austriaca ha logrado para la distensión en Europa.
Rumania, que durante meses bloqueó el cesto sobre derechos humanos por su negativa a hacer concesiones sobre libertad religiosa, emigración e información, ha anunciado que, pese a firmar el documento, emitirá un voto particular advirtiendo que sólo respetará aquellos acuerdos que estén en consonancia con su Constitución. Este anuncio provocó la inmediata reacción de Estados Unidos. Su embajador, Warren Zimmermann, advirtió que es inadmisible que un Estado firmante sea selectivo con la aplicación de los acuerdos tomados y que en caso de hacerlo Rumanía será objeto del aislamiento y la condena de la sociedad de naciones.
El órgano del partido comunista soviético Pravda manifestó ayer que el documento aprobado en Viena es un "paso extraordinario en el desarrollo del proceso global europeo".
Desarme convencional
Junto a los grandes avances en materia de derechos humanos, el gran éxito de la conferencia es el mandato para la apertura de negociaciones sobre desarme convencional en Europa, que comenzarán previsiblemente en marzo en Viena. Antes deberán quedar definitivamente cerradas las conversaciones de Viena sobre reducción mutua y equilibrada de tropas (MBFR), que durante 15 años no han logrado resultado alguno. En la Conferencia sobre Estabilidad Convencional (CEC) participarán los 16 Estados de la OTAN y los siete del Pacto de Varsovia. Estos 23 países informarán regularmente a los 12 países neutrales y no alineados también integrados en la CSCE para que las negociaciones queden integradas en este marco, tal como es el deseo de varios países, especialmente Francia, que no quería verse inmersa en negociaciones de bloque a bloque. Esta solución es un compromiso que superó las diferencias entre París y Washington. Estados Unidos no quería la presencia de los países no alineados para ganar operatividad en las negociaciones, muy difíciles con 35 países.Por otra parte, la Oficina de Información Diplomática (OID) española hizo público ayer un comunicado acerca del acuerdo logrado en Viena entre los países miembros de la OTAN y aquellos del Pacto de Varsovia sobre las futuras negociaciones para el desarme convencional. "El acuerdo logrado el pasado día l4", dice el texto del Ministerio español de Asuntos Exteriores, "constituye un paso muy importante que contribuye a la obtención de un resultado equilibrado y satisfactorio en la reunión de Viena de la CSCE".
El texto de la OID explica que las negociaciones sobre fuerzas convencionales comenzarán en breve y se celebrarán en Viena y dentro del marco de la propia CSCE.
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