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Cadena perpetua para los dirigentes de Acción Directa por asesinar al director de Renault

Un tribunal especial compuesto por siete magistrados condenó ayer en París a cadena perpetua a la cúpula de Acción Directa. Nathalie Ménigon y Joelle Aubron fueron condenadas como autoras materiales del asesinato, el 17 de noviembre de 1986, de Georges Besse, presidente y director general de la empresa Renault, y Jean-Marc Rouillan, el ideólogo del grupo, y Georges Cipriani, como cómplices. Los cuatro deberán cumplir una pena mínima de 18 años de cárcel.El tribunal, formado especialmente en virtud de una ley de 1986 que se refiere a las "infracciones relacionadas con una empresa colectiva que tengan por objetivo perturbar gravemente el orden público mediante la intimidación o el terror", tardó poco más de una hora en dar el veredicto. El juicio, que ha durado una semana, terminó ayer con los alegatos de la defensa, integrada por abogados franceses y extranjeros elegidos por los acusados para "internacionalizar el proceso".

Las penas impuestas concuerdan con las solicitadas por el fiscal, Raymond Galiber d'Auque, quien leyó su requisitoria el viernes. Dirigiéndose al banquillo vacío de los acusados, el fiscal dijo que los cuatro dirigentes de Acción Directa se aprovechaban de "todas las conquistas de las sociedades capitalistas" y requirió a los ausentes si se habían preguntado por qué su país "es considerado por los explotados y maltratados del mundo como una tierra de libertad".

Los acu,sados habían provocado el lunes, primera jornada del juicio, su expulsión de la sala, a la que volvieron el martes únicamente para leer durante 70 minutos, por boca de Joelle Aubron, un panfleto en el que indirectamente se justificaba el asesinato de Besse, calificado de "tecnócrata" y "expoliador de la humanidad". Las pruebas eran abrumadoras desde que los cuatro fueron detenidos en febrero de 1987 en una granja de Vitry-aux-Loges, donde supuestamente se dedicaban a la observación de las aves y a la cría de animales. La policía encontró las armas utilizadas para el crimen y los originales de la reivindicación firmados por AD, comando Pierre Overney, militante maoísta muerto a tiros el 25 de febrero de 1972 por un vigilante de Renault cuando distribuía octavillas frente a la fábrica.

Las dos mujeres fueron reconocidas, asimismo, por los testigos presenciales del asesinato, cometido hacia las ocho de la tarde del 17 de noviembre de 1986 frente al domicilio parisiense de Besse, en el bulevar Edgar-Quinet. Nathalie Ménigon y Joelle Aubron dispararon al industrial -presidente de Renault desde enero de 1985- cuatro tiros, de los que tres dieron en el blanco.

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