El gerente del Gregorio Marañón reconoce las deficiencias del servicio de urgencias

El gerente del hospital Gregorio Marañón, Francisco Abad, reconoció ayer las deficiencias del servicio de urgencias denunciadas por el Defensor del Pueblo, aunque negó la existencia de camas ocupadas por enfermos en los pasillos. Abad dio a conocer las profundas mejoras realizadas en el servicio, mientras que fuentes de la Consejería de Salud resaltaron las peculiaridades del hospital, que recibe además enfermos de la Beneficencia, del hospital Penitenciario y buena parte de los accidentados en la M-30.

La congestión del servicio de urgencias del hospital quedó plasmada en las cifras de los cinco últimos años. Si en 1983 se atendieron 66.783 pacientes la cifra subió a 109.795 en 1988. La necesidad de solucionar la situación de congestión continua que sufre el servicio denunciada en el informe del Defensor del Pueblo, se convirtió en la actuación prioritaria del actual equipo directivo del hospital, afirmó Abad.Las obras de ampliación del servicio y de mejora de sus equipamientos técnicos y humanos, que han costado 553 millones, están a punto de concluir, anunció el gerente.

Las obras han supuesto la ampliación del espacio ocupado por el servicio de urgencias, de los 890 metros cuadrados actuales a los 3.200 que contará el nuevo servicio. La sala de espera para familiares se amplía en 150 metros cuadrados, y se dota al servicio de nuevos equipamientos, o se amplían los ya existentes. Así, los equipos radiológicos contarán con una sola polivalente telemandada, y otras delicadas a la exploracián de tórax y abdomen, de exploración traumatológica, de ecografia y de scanner.

El nuevo servicio estará dotado a imismo de un laboratorio y el dos quirófanos destinados a a atención exclusiva de los paiientes que entren en el hospit: d por vía de urgencias.

Por otra parte, Abad anunció que las mejoras realizadas en el conjunto del hospital han permitido disminuir las listas de espera a una media de entre 30 y 60 días, aunque en algunos departamentos, como los de alergia y neurología, la lista de espera puede llegar al año.