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Editorial:
Editorial
Es responsabilidad del director, y expresa la opinión del diario sobre asuntos de actualidad nacional o internacional

Transición en la bolsa

LOS AGENTES de cambio y bolsa de Madrid eligieron, el pasado fin de semana, al que será su máximo representante hasta final de julio, fecha en la que el cuerpo de agentes desaparecerá como tal en virtud de la nueva normativa sobre reforma de los mercados de valores. Francisco Javier Ramos Gascón preside, desde esta semana, una junta sindical totalmente renovada, cuya misión será la de negociar con la Administración los últimos -y quizá los más importantes- aspectos técnicos de la reforma.El proceso electoral no ha tenido demasiada historia, ya que el mandato de la nueva junta sindical será de apenas siete meses. Es significativo, sin embargo, que el colectivo de agentes de Madrid no haya sido capaz de presentar una candidatura única en las que han sido sus últimas elecciones. Todos los intentos por aunar los intereses de unos y otros cayeron en saco roto. Tan sólo al final, una vez celebrada la votación, el nuevo síndico-presidente ofreció a su oponente ocupar la vicepresidencia de la junta; la mayoría de los miembros de este colectivo tienen la vista puesta en su futuro profesional, olvidando las viejas identidades de cuerpo.

Los agentes de cambio y bolsa han de tomar una importante decisión durante el primer semestre de 1989. En virtud de la ley de Reforma del Mercado de Valores, el próximo día 29 de julio desaparece la figura del agente como único intermediario para la compraventa de títulos en las bolsas españolas. Las agencias y sociedades de valores serán las encargadas de realizar esa función. Los agentes pueden optar por tres posibilidades diferentes: entrar a formar parte de una agencia o sociedad de valores, actuar como independientes, o dedicarse a la fe pública mercantil como corredores de comercio.

Los viejos tiempos del negocio fácil han pasado a la historia, aunque la ley conceda tres años de ventaja a los agentes al establecer como obligatorio que éstos sean propietarios al 70%, como mínimo, de las sociedades y agencias de valores durante el primer año. Este porcentaje irá disminuyendo hasta la total libertad de accionariado al tercer año de su fundación.

Quedan, sin embargo, algunas incógnitas por despejar sobre lo que será el futuro mercado de valores. Entre ellas, el capital mínimo exigido para las entidades que operen en los mercados y las normas de actuación en la nueva bolsa. La Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), que preside el antiguo ministro de Industria Luis Carlos Croissier, trabaja lentamente en la redacción del reglamento y otras normas de desarrollo de la ley. Unas reglas que deberían estar concluidas de forma inmediata si se quiere llegar a tiempo a la fecha del 29 de julio que marca la ley como fin de la antigua época. Junto al cumplimiento de los plazos previstos por la ley, la CNMV tiene ante sí algunas decisiones de gran importancia para que los mercados de valores funcionen de forma efectiva y limpia en el futuro. La experiencia del big-bang londinense y de otras bolsas europeas debería servir de ejemplo a la hora de redactar la letra pequeña de la nueva legislación.

Hay, por último, un aspecto que necesita quedar regulado de forma nítida: la penalización por utilizar la información privilegiada en beneficio propio. Una práctica absolutamente extendida en los mercados españoles -algunos banqueros y operadores se han llegado a jactar públicamente de ello-, con la que se han hecho increíbles negocios. El escándalo protagonizado en Wall Street por Ivan Boesky y otros intermediarios -algunos de los cuales cumplen condena en la cárcel-, y sus más recientes repercusiones con la multa a la sociedad Drexel, debería llevar a las autoridades españolas a establecer una durísima normativa al respecto que acabe con esta práctica y sitúe al mercado bursátil español en unos niveles razonables de limpieza y transparencia. Si no se aprovecha esta reforma para acabar con los viejos vicios, el cambio habrá servido para poca cosa.

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