El CDS opta por dejar la alcaldía de Valencia a los socialistas

El grupo del Centro Democrático y Social (CDS) en el Ayuntamiento de Valencia permitirá la continuidad de los socialistas al frente del consistorio, según confirmó el presidente provincial del partido, José Luis Boado. La decisión fue adoptada anoche por la ejecutiva provincial del CDS, que a la hora del cierre de esta edición analizaba la postura a adoptar en el pleno extraordinario de mañana, del que ha de salir el sustituto del dimitido Ricard Pérez Casado. Tanto si el CDS vota a favor como si se abstiene, la candidata socialista, Clementina Ródenas, será la nueva alcaldesa, como número 1 de la lista más votada.El Partido Socialista del País Valenciano (PSPV-PSOE) y el CDS han negociado durante los últimos días con vistas a la posibilidad de firmar un "pacto de progreso", que la alcaldesa en funciones, la socialista Clementina Ródenas, había hecho extensivo a la coalición Izquierda Unida-Unitat del Poble Valencià (IU-UPV).

Los centristas pusieron una serie de condiciones para pactar, basadas fundamentalmente en las aportaciones de dinero -cifradas en unos 100.000 millones de pesetas- que permitieran al Ayuntamiento de Valencia superar la crisis financiera por la que atraviesa.

Aunque la decisión aún no ha sido hecho pública -el CDS tan sólo ha dejado claro que habrá alcaldesa del PSOE-, todos los indicios señalan que finalmente los centristas han optado por no pactar para entrar en el Gobierno municipal, debido a que los socialistas no les han ofrecido garantías suficientes de que sus condiciones se podrían cumplir.

La posibilidad de que el CDS pactara con la derecha quedó desechada cuando el líder del partido anticatalanista Unión Valenciana, Vicente González Lizondo, decidió unilateralmente presentar candidato, tras pactar con Alianza Popular presentar uno consensuado.

Sólo quedaba por decidir anoche si la postura en el pleno de mañana será la de apoyar a la candidata socialista o, por el contrario, inclinarse por la abstención. Cualquiera que se la postura, será de apoyo -directo o indirecto- al PSOE.

Continuidad

Ambos supuestos permiten la continuidad de los socialistas al frente del Ayuntamiento de Valencia, ya que si ningún candidato obtiene la mayoría absoluta (17 votos) en la votación, será proclamado alcalde de forma automática el número uno de la lista más votada en las elecciones del 10 de junio de 1987, que en este caso es la socialista Clementina Ródenas. Con cuatro concejales, el CDS tiene la llave. Sumados a los 13 votos del PSOE, se obtendría una mayoría de centro-izquierda. Pero también existía la posibilidad de que los. centristas pactaran con los partidos de la derecha, Unión Valenciana (UV) (ocho votos) y Alianza Popular (AP) (cinco votos) para conseguir una mayoría de centro-derecha y desbancar de la alcaldía a los socialistas.