La oferta antetior

ETA emitió un comunicado, publicado íntegramente por el diario Egin el 29 de enero de 1988, en el que proponía una tregua de 60 días a condición de que se iniciara el camino de la negociación. ETA especificaba que durante el período de tregua parcial cesarían las "ejecuciones", así como las "hostilidades policiales". ETA señalaba entonces que el Gobierno español había solicitado una tregua a cambio de la cual se comprometía a reiniciar los contactos para preparar una mesa de negociaciones el 18 de diciembre del año anterior. Ese mismo día, 29 de enero, los artificieros de la policía desactivaron una bomba colocada en un coche de un cabo del Cuerpo Nacional de Policía aparcado a las afueras de Bilbao.

El último comunicado en el que ETA ofreció una tregua, condicionada a la negociación de la alternativa KAS, fue publicado por el diario Egin el pasado día 2 de noviembre, tras la puesta en libertad del industrial Emiliano Revilla.

La misma organización terrorista, en otro comunicado enviado a diversos medios de información el 14 de febrero de 1988, aseguraba que "hablar de tregua en vigor es hablar de una manipulación del Gobierno español" e insi stía en "en la voluntad de diálogo a la espera de que el Gobierno conteste".

En agosto de 1987, el portavoz del Gobierno, Javier Solana, admitió que "ha habido, hay y habrá" diálogo del Gobierno con ETA para poner fin al terrorismo. El presidente del Gobierno, Felipe González, había declarado el 12 de agosto de 1986 en Palma de Mallorca que "no hay, no ha habido, no habrá negociaciones con ETA".

Una docena de encuentros

Estas negociaciones se habían iniciado con Txomin Iturbe Abasolo hasta su deportación de Francia a Gabón, pero cuando el terrorista se instaló en Argelia volvieron a reanudarse los contactos. Éstos fueron reconocidos, en agosto de 1986, por el Gobierno Vasco. Los atentados indiscriminados perpetrados contra Hipercor en Barcelona, el 19 de junio de 1987, y la casa cuartel de la Guardia Civil en Zaragoza, el 11 de diciembre, obligaron a que las negociaciones se pospusiesen hasta un alto el fuego.

El 19 de febrero de 1988, el Gobierno anunció públicamente la apertura de negociaciones con ETA Militar, una vez que el Ejecutivo estimaba comprobado que no había realizado atentados desde su oferta de tregua de 60 días.

El entonces portavoz del Gobierno, Javier Solana, afirmó: "Ante la evidencia de que no se están produciendo atentados, el Gobierno está dispuesto a establecer los contactos necesarios para avanzar en la situación de abandono de la violencia". Cinco días después, el secuestro de Revilla bloqueó hasta la fecha los contactos.