La carrera del Exterior
Francisco Luzón, nuevo presidente de la entidad, pretende rentabilizar al máximo el banco en cuatro años
Francisco Luzón López, un profesional de la banca que ha desempeñado la mayor parte de las tareas que un bancario tiene que hacer, es el nuevo presidente del Banco Exterior de España, cuyo principal accionista es el Estado, y se ha planteado que en tres o cuatro años la entidad tiene que poder competir en rentabilidad y productividad con el resto de la banca privada. Su lenguaje es muy distinto al que han utilizado los dos anteriores presidentes del Banco Exterior. Su objetivo es hacer que el Exterior funcione como un banco privado, "que para eso tiene estatuto de banco privado". No habla de macroeconomía ni de grandes operaciones; quiere dinamizar y modernizar el banco.
Pregunta. ¿Cuál es la situación actual del Banco Exterior?Respuesta. Lo primero que hay que analizar es la situación patrimonial del banco y del grupo. En ese sentido, me he quedado gratamente sorprendido porque el banco lo conocía por referencias cuando he analizado las cifras del banco me he encontrado con dos cosas importantes. Primero, que es un banco mucho más inspeccionado, auditado y controlado que cualquier banco privado. Es un banco que lleva cinco años con auditorías de Arthur Andersen, que todas ellas son limpias. El banco ha sido visto por el Banco de España en estos últimos cinco años en tres ocasiones: en 1983, 1985 y 1988. Además, tiene una audioría del Tribunal de Cuentas cada dos o tres años; la última es reciente y tampoco ha habido problemas. Todos los años hay una supervisión de su accionista principal, la Dirección General del Patrimonio, y, además, el Instituto de Crédito Oficial está aquí continuamente para ver las operaciones de financiación exterior. Desde el punto de vista de control y auditoría es un banco muy transparente.
Situación patrimonial
Hace unos años se hablaba de que el banco estaba en quiebra, por el año 1980 y 1982. En estos momentos lo que puedo decir es que los recursos propios del banco reflejan perfectamente, o incluso algo menos, la situación patrimonial del banco. El Banco Exterior no tiene problemas patrimoniales y sí tiene un potencial tremendo para, en un medio plazo que yo sitúo en tres o cuatro años, situarse con una estructura patrimonial sólida. No hay problema patrimonial.
P. Sin embargo, el Exterior tiene problemas concretos.
R. Exactamente. El problema del banco no es un problema patrimonial, sino de modernización y de puesta en marcha, de una estrategia ya definida. En este sentido, creo que la definición de la estrategia realizada por el anterior presidente, Miguel Boyer, es básicamente correcta. Lo que ocurre es que una cosa es diseñar un plan estratégico y otra ponerlo en marcha. Es más complicado y lleva más tiempo.
Es necesario que el banco se reestructure y modernice internamente y lo haga con la velocidad que el mercado está demandando. Éstos son los dos temas fundamentales.
P. ¿Por qué línea debe ir esa modernización?
R. La línea de modernización del banco debe ir en tres aspectos. En primer lugar, por su reestructuración comercial. El banco está muy poco orientado al mercado y a los clientes. El banco carece de la calidad de servicios debida y de productos y servicios diversificados. El banco no tiene segmentadas sus redes y el banco tiene unos circuitos de decisión que hay que agilizar. En segundo lugar, debe llevar a cabo el ajuste de estructuras y técnicas. El Exterior está estructurado por operaciones, lo que obedece a un tipo de estructura antigua. Sus sistemas informáticos no están bien y carece de unos sistemas organizativos desarrollados. El tercer tema es el reciclaje de sus recursos humanos.
P. ¿El objetivo es hacer un banco universal?
R. Creo que el banco no puede hacer una banca universal completa. No tiene ni red ni tamaño suficiente. El grupo, el Exterior más los tres bancos filiales en España, tiene unas 700 oficinas, aproximadamente. Tenemos una presencia, fundamentalmente, en núcleos de más de 50.000 habitantes, en núcleos urbanos. Esto ya condiciona un poco el tipo de banca a realizar. Me inclino más por hacer una banca de segmento medio y medio alto en el terreno de particulares y una banca de pequeñas y medianas empresas, más de medianas, porque nuestra estructura no nos permitiría hacer una banca de pequeña empresa.
P. Sin embargo, el Exterior ha sido un banco de gran empresa.
R. Exacto. Uno de los retos del banco es que es una entidad enormemente dependiente de la gran empresa, por dos razones. En primer lugar, porque ha sido y es experto en el crédito a la exportación. En este país, quien ha hecho estas operaciones han sido las grandes empresas nacionales. Y en segundo, porque su carácter de tener más de un 50% de capital público ha hecho que determinadas empresas del sector público recalen en el Exterior. Esta dependencia se puede interpretar de dos maneras distintas. Tiene un cierto inconveniente por depender enormemente de determinadas grandes empresas, pero también puede ser muy positivo si se es capaz de traducir esto a nuevos negocios. El Exterior no ha logrado optimizar estas relaciones con las grandes empresas. Se ha limitado prácticamente a ofrecer créditos a la exportación sin ofrecer otros productos de mercado que se han desarrollado fuertemente en los últimos años. Y en estos momentos a las grandes empresas hay que ofrecerles estar con ellas en la línea de tesorería, de mercados de capitales y de inversiones porque de otra forma te quedas sin los flecos de negocio que tienen todas estas empresas.
P. Pero, ¿está el banco internamente preparado para hacer este tipo de negocios?
R. Ese es el problema y es lo que estamos intentado poner en marcha. Por ejemplo, va a entrar nuevo personal para que realice operaciones de tesorería en pesetas. El banco estaba mucho mejor preparado para hacer operaciones en divisas, por el tipo de negocio básico que realizaba, que en pesetas, y se trata de mejorar lo existente. Tenemos que poner en marcha nuevas técnicas en el mercado de capitales, donde podemos hacer cosas serias a las que en la actualidad no llegamos. Uno de los objetivos de este año es crear unos equipos de banca de inversiones capaces de poder ofrecer estos servicios especializados.
Hay otro tema que es importante y que está relacionado con el primer accionista de la entidad. Y es que el sector público maneja un volumen ingente de recursos ajenos que están por ahí en varias instituciones financieras públicas y privadas. El papel que debe jugar el primer accionista es el de apoyarnos en la estrategia comercial, a precios y calidad de mercado, naturalmente.
Calendario de pensiones
P. Uno de los problemas que se ha señalado siempre es el de la plantilla.R. Creo que el banco tiene en este terreno un problema, importante, pero que está bastante enfocado ya. Se ha hablado de que el banco tenía excedentes de plantilla notables, que era cara y el banco estaba incurso desde 1984 en una ley presupuestaria que impedía que las personas salieran del banco al cumplir los 60 años, como ha ocurrido en otras instituciones financieras.
En estos momentos no sé cuantas personas le sobran al banco como tampoco sé cuantos especialistas le faltan. Pero si sé que al banco le falta negocio. Y no es lo mismo. Si realmente nos metemos en nuestra orientación de hacer una banca más doméstica, más enfocada al mercado nacional, tenemos que ir a unos niveles de crecimiento superiores a la media. Y esto va a significar una utilización importante de recursos humanos.
El convenio colectivo del año pasado, que se aprobó por referéndum, ha dejado el camino abierto para bastantes cosas. En él se decidió la constitución de un fondo de pensiones que hemos empezado a poner en marcha. Ello va a permitir que la gente se jubile antes y mejor. Ya se han jubilado 125 personas y prevemos unas jubilaciones de unas 300 en 1989.
Más fondos
P. Pero, ¿cuáles son las necesidades en el tema de las provisiones para pensiones?
R. Está constituido el ciento por ciento del fondo para las pensiones de los ya jubilados. Queda el tema del fondo de pensiones para los trabajadores activos. La autoridad monetaria, otra vez con buen criterio al querer tener una banca muy sana, había establecido un calendario de seis años. Pero ha decidido que aquellos que van mejor lo hagan ya. En el caso del Exterior, pretender que lo hiciera inmediatamente era irreal tanto porque hasta la aprobación del convenio de 1988 el problema era menor como porque no tiene capacidad suficiente para generar los recursos brutos necesarios en tan poco tiempo.
Al tratar de equiparar al Exterior con el resto de la banca se le abren ahora unas necesidades de fondos importantes. El último estudio actuarial fija en unos 35.000 millones de pesetas estas necesidades. Este año tendremos constituidos ya 3.000 millones. El banco, mucho antes de esos seis años, va a estar en condiciones de cumplir sus compromisos.
P. ¿El Banco de España les ha concedido un calendario específico?
R. La autoridad monetaria nos ha concedido un calendario en el sentido de dejarnos que no cumplamos el ciento por ciento este año, porque era imposible hacerlo. Nosotros hemos añadido una nueva condición propia: lo haremos lo antes posible.
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