Un ex submarinista español murió al tratar de salvar a los pasajeros del barco de Río

El ex buzo español Celestino Mouzo, propietario de un hotel en la localidad coruñesa de Corcubión, falleció la pasada Nochevieja cerca de la playa de Copacabana, en Río de Janeiro, cuando intentaba rescatar a la hija de su socio, la también española Esperanza Moíño (lo que no logró), tras haber sacado con vida de entre las aguas a éste y a otros dos pasajeros de un barco de turismo que se hundió en la bahía de Guanabara. De los 124 pasajeros y tripulantes, sólo 40 fueron rescatados con vida, los cadáveres de otros 51 fueron recuperados y los demás se daban por desaparecidos.

Rafael Mouzo, pariente lejano del ex submarinista fallecido, aseguró ayer que Celestino, que residía en Río, sufría una dolencia cardiaca, pese a lo cual no dudó en intentar rescatar a los supervivientes, informa José Manuel Pereiro, desde La Coruña.El Bateau Mouche IV se hundió un minuto antes de la medianoche del día 31, durante un paseo para presenciar los fuegos artificiales con los que se despidió el fin de año. El naufragio se produjo cuando la mayoría de los pasajeros se abalanzaron sobre un costado del barco para presenciar los espectaculares fuegos artificiales en la playa de Copacabana.

Inicialmente, se aseguró que el barco tenía capacidad para tan sólo 70 pasajeros. Sin embargo, el propietario, el gallego Avelino Rivera, hizo público un comunicado en el que aseguraba que la policía guardacostas inspeccionó el navío antes de la catástrofe y lo encontró en orden. Agregó que el Bateau Mouche IV tenía licencia para transportar a 150 personas, 26 más de las que estaban a bordo. La agencia de viajes vendió sólo 101 billetes, pero el propietario de ésta, el también gallego Francisco García, admitió que algunos otros turistas los compraron directamente informa Reuter. Pese a ello, muchos supervivientes han denunciado la falta de seguridad en el barco y su exceso de pasaje.

El Gobernador de Río, Welington Moreira, anunció anoche la suspensión del permiso de navegación a los Bateau Mouche y de la agencia de turismo hasta tanto no concluyan las investigaciones. Las autoridades ordenaron también la apertura de un proceso judicial contra los gallegos García y Rivera y dos sargentos de la capitanía del puerto por sus posibles responsabilidades.

La mayoría de los pasajeros del Bateau Mouche IV eran extranjeros que habían pagado unas 17.000 pesetas por el paseo. Entre las víctimas identificadas figuran, además de dos españoles, un italiano, dos portugueses y un rumano.

Naufragio en Guatemala

Por otra parte, tres miembros de una familia española murieron ahogados el pasado domingo en Guatemala al hundirse un transbordador con 120 personas a bordo, de las que al menos 57 murieron ahogadas. El accidente ocurrió cuando el barco, que hacía el recorrido Puerto Barrios-Livingston, en aguas del Caribe, era remolcado por un fallo en el motor. Los fallecidos españoles son el ingeniero agrónomo valenciano Vicente Daudí Ninot, de 30 años, y dos de sus tres hijos. Daudí falleció mientras nadaba hacia la playa junto a una de sus hijas, mientras su esposa, Rosa María Arnal, pudo salvarse con el hijo mayor, Vicente, de 12 años, según informa el diario valenciano Las Provincias. Vicente Daudí, según una nota del ICI (Instituto de Cooperación Iberoamericana), trabajaba desde el 1 de julio como cooperante español en un proyecto en Guatemala.