Mohamed Tazi
El reencuentro entre un caballero español y una princesa árabe
Mohamed Tazi ha vuelto a contar en su largometraje Badis, coproducido por TVE, la vieja historia de amor entre el caballero español y la princesa árabe, el tema de tantos romances fronterizos de la Reconquista. Esta vez el caballero es un legionario del peñón de Vélez de la Gomera; la princesa, la hija de un pescador rifeño, y aunque el narrador sea marroquí, la historia sigue teniendo un final desdichado. No podía ser de otro modo, porque, como explica Tazi, casado con una arquitecta española, "el islam autoriza el matrimonio de un musulmán con una cristiana o una judía, pero no al contrario".
El cineasta tiene 46 años y una hermosa barba de intelectual progresista que le va muy bien con su afición a fumar en pipa. Tazi vive a caballo entre Madrid, donde, entre otras cosas busca productores para sus películas, y su ciudad natal, Rabat. Ahora colabora con Mario Camus en el rodaje en Marruecos de la serie televisiva La forja de un rebelde, ambientada en la guerra del Rif, y prepara un cortometraje que es todo un símbolo de su vida."Se trata", dice Tazi, "de presentar el estado actual del proyecto de enlace fijo entre Europa y África a través del es trecho de Gibraltar". La idea de ese futuro túnel o puente es tan querida en el reino jerifiano como ignorada por la mayoría de la población española. Y es que, cree el cineasta, "mientras Marruecos mira al Norte, donde sitúa su futuro, España da ostentosamente la espalda al Sur, ocupada como está en con seguir la plena integración en Europa".
Pese a su formación intelectual francesa, a Tazi le duele el abandono en que se encuentra la cultura española en Marruecos. "¿Por qué se está perdiendo el castellano en el norte de mi país? ¿Por qué sigue cerrado el teatro Cervantes de Tánger? ¿Por qué no se ven aquí las películas de Almodóvar?", pregunta. Tazi culpabiliza, a las autoridades españolas, que "deberían aprender de las francesas y tomar ellas la iniciativa de la acción cultural en Marruecos". El cineasta estima que "el espíritu marroquí no va a la busca, al descubrimiento de las cosas. Al marroquí tienes que proponerle, tienes que motivarlo".
Si le pides a Mohamed Tazi que resuma la visión de la España actual, dice que es "un país surrealista, con una democracia total, como no hay otra en Europa, y una cultura en plena efervescencia". "Un país", añade, "que mantiene un alto nivel de calor humano, donde la gente tiene pocos complejos y no ha sido aún dominada por el individualismo, el estrés o la psiquiatría". Esa España moderna es desconocida en Marruecos, donde el "vecino del Norte" es "la nostalgia de Al Andalus, el paraíso árabe perdido, o unas semanas de vacaciones en los muy artificiales lugares de Marbella y Torremolinos". Para explicar Marruecos a los españoles, Tazi cita a Juan Goytisolo: "Hay que descolonizar la mentalidad española respecto a Marruecos. Este país no es ese reino africano tiránico, subdesarrollado y lleno de moscas que siguen imaginando buena parte de los españoles. Marruecos es la sociedad más evolucionada y liberal del mundo árabe, al tiempo que la que mejor ha sabido conservar su patrimonio tradicional".
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