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Detenidos dos africanos tras los choques raciales en la ciudad china de Nankín

Dos africanos involucrados en los enfrentamientos raciales de los últimos días han sido detenidos en Nankín, se informó el pasado fin de semana en Pekín. Alex Dzagabu Jofoo, originario de Ghana, fue "interrogado", según la agencia oficial Xinhua, en relación con las heridas sufridas por uno de los empleados de la universidad. Fuentes diplomáticas africanas en la capital china informaron de que también Ludovic Boni, de 26 años, natural de Benin, fue detenido y que podría ser condenado a 15 días de cárcel.

El sábado por la tarde, según occidentales que residen en Nankín, entre 300 a 400 policías se hicieron presentes en Yizheng, a 60 kilómetros de Nankín, donde permanecían confinados desde el día 26 unos 150 estudiantes de países del Tercer Mundo. Los agentes transfirieron a un centenar de ellos a Lin lugar que aún no se ha dado a conocer. Durante el traslado se produjeron algunos conatos de resistencia, según algunas informaciones.Las autoridades chinas parecen dispuestas de este modo a dar elcrta satisfacción a las personas que corearon consignas antinegras durante cinco días consecutivos en las calles de Nankín. En la protesta callejera se reclamaba "la igualdad de la ley para todos", en clara alusión a los privilegios y a cierta inmunidad de que, a su parecer, gozan los extranjeros en China.

Las embajadas africanas en Pekín, por su parte, constituyeron un comité de crisis para negociar una solución política (y no jurídica) de la situación. La última reunión del grupo, que se mantuvo el pasado sábado en la Embajada del Congo, decidió enviar una nueva delegación a Nankín la semana que viene, para "tratar de entrevistarse con los estudiantes y de calmar los ánimos", según uno de los integrantes del grupo, que pudo tomar contacto con ellos el día 27. Desde entonces toda comunicación directa ha resultado imposible.

Los hechos del día 24 se originaron por los controles de identidad que los guardianes de la universidad de Hehai querían imponer a las amigas chinas de dos estudiantes africanos. Los estudiantes chinos que acudieron en defensa de los centinelas rodearon la residencia de extranjeros hasta las cuatro de la madrugada del domingo, con nutrido intercambio de piedras que se saldó con 13 heridos.

"Todos los estudiantes africanos quieren regresar a sus países, pero nosotros no queremos crear situaciones embarazosas para el país receptor", declaró uno de los participantes en la reunión del sábado, que pidió conservar el anonimato. Según otras fuentes allegadas a las negociaciones, "en el grupo hay quienes propugnan una degradación de las relaciones culturales con la República Popular".

Mientras, 230 kilómetros al sur de Nankín, en Hangzhou, otros 51 estudiantes africanos permanecieron la noche del 31 acantonados en su residencia, tras una semana de boicoteo de cursos. Todos reclaman el regreso a su patria respectiva, hartos de ser tratados por el personal administrativo y la población local como portadores de SIDA desde el descubrimiento del virus en un congoleño, repatriado en noviembre.

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