El discreto encanto del tutelaje
El dinero procedente de otras plazas y la vuelta de los apoyos a unos cuantos valores concretos han aportado el nivel de demanda suficiente para que el índice general continúe dando la sensación de equilibrio que, cuando menos, compense el mal ambiente del parqué. Papel y dinero siguen compitiendo en ineficacia ante la falta de ideas de los propietarios de una y otra opción, con lo que la inclinación actual del mercado no encontró ningún inconveniente en aceptar como buenos los apoyos a algunos valores que acusaban este exceso vendedor. También aquellos que terminaron el corro con un avance pudieron ser testigos de la llegada de un papel que intentaba contribuir a la consecución del equilibrio perfecto.Las alarmas sonaron para muy pocos valores, y fueron la causa de algunos rebotes espectaculares, entre los que cabe destacar el de Unión-Fenosa, que llegó a cotizar al 72,25% y cerró en el 74%, después de marcar 19 cambios consecutivos. Otros valores industriales, afines a los grandes grupos financieros, también tuvieron su recuperación después de sufrir los primeros embates del papel, lo que llevó cierta tranquilidad al patio de operaciones.
Telefónica ajustó su precio -al igual que Endesa- al de otros mercados, lo que le concedió al índice el margen que necesitaba para terminar la sesión sin un recorte importante, aunque las posiciones al cierre seguían indicando la ausencia de compradores y la firme voluntad del papel de salir al mejor precio posible.
A última hora se mantenía la situación de los días anteriores, con los intentos de ajuste de pequeños restos entre los que predominaban los vendedores.
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