Los obstáculos
I. C., España, para su primera presidencia comunitaria, no tiene suerte porque se enfrenta a algunas dificultades, como la entrada en funciones de una nueva Comisión Europea y las elecciones al Parlamento Europeo en junio, que acortarán su margen de maniobra. "La liquidación de la antigua Comisión Europea y el breve rodaje que la nueva necesita puede significar", reconoce Westendorp, "algún retraso en la presentación de propuestas al Consejo de Ministros que presidimos".
"Se habían, por ejemplo, comprometido a someternos la directiva sobre la armonización de la fiscalidad sobre el ahorro antes del 31 de este mes, y ahora ya están hablando de febrero. Es difícil imaginar que consigamos que se apruebe antes del 30 de junio, como estaba inicialmente previsto", cuando se pactó en junio en Luxemburgo la liberalización de los movimientos de capitales.
"Los comicios al Parlamento Europeo, que lo paralizarán en junio, trastocarán menos nuestros planes", según el embajador, "porque lo importante, lo que de verdad cuenta a la hora de sacar adelante un proyecto, es lograr una posición común en el Consejo de Ministros".
Otra dificultad que puede padecer España es el haber sido precedida en esta tarea por Grecia, un país con fama de escasa eficacia. "Los griegos", matiza, sin embargo, Westendorp, "no lo han hecho tan mal como algunos dicen". "Sus predecesores, los alemanes, habían cosechado tantos éxitos que dejaron una tierra calcinada donde nada podía crecer hasta pasado un tiempo".
"A nosotros", prosigue, "Atenas nos deja en el horno algunos platos casi listos, como la normativa sobre concentraciones empresariales, y otros a medio cocer, como la segunda gran directiva bancaria sobre la libertad de instalación para los bancos en cualquier Estado miembro y las condiciones de acceso al mercado único europeo de la banca de países terceros".
"Pero, por lo general", concluye el entrevistado, "nuestra presidencia no es decisoria en las grandes cuestiones, sino que nos corresponde más bien encauzar los temas, sentar un procedimiento para que más tarde se puedan zanjar con conocimiento de causa sea quien sea el que nos sustituya al frente del Consejo de Ministros".
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.