González se compromete a abrir una mesa para negociar cuatro de las cinco demandas sindicales

El presidente del Gobierno se comprometió ayer con los dirigentes de UGT y CC OO a abrir una mesa para negociar cuatro de las cinco demandas sindicales. La quinta, el plan de empleo, ofrece más dificultades, ya que los sindicatos no aceptan la participación de los empresarios. Si bien Felipe González cree que hay "cierto bloqueo" en las cuestiones tripartitas, tampoco considera fácil pactar la cobertura del paro y compensar a pensionistas y funcionarios la desviación de la inflación. Sólo hay principio de acuerdo en el derecho a la negociación colectiva de los funcionarios y en equiparar las pensiones al salario mínimo.

Cuatro horas duró ayer el encuentro entre Felipe González, Nicolás Redondo y Antonio Gutiérrez. Los tres ínterlocutores coincidieron en que había sido una reunión larga pero no quisieron calificarla, ni aventurar si va a permitir recomponer el diálogo social. El presidente del Gobierno volvió a ofrecer lo expuesto en el Parlamento el pasado día 21 y logró un principio de acuerdo en dos de las cinco reivindicaciones sindicales. Asimismo mostró su intención de institucionalizar un foro de debate que puede ser el Consejo Económico y Social. En los próximos días enviará a los interlocutores sociales el proyecto que ha elaborado el Gobierno para que sindicatos y patronal den su opinión, ya manifestada con reiteración en los meses pasados.Una novedad de la reunión celebrada ayer entre Gobierno sindicatos es que fue grabada "para que se sepa en el futuro la posición de cada parte", según afirmó Felipe González en una posterior conferencia de prensa.

Propuestas por escrito

El punto más conflictivo de las cinco reivindicaciones y que ocupó la mitad del encuentro fue el plan de empleo, dado que los sindicatos no quieren que participen los empresarios. El presidente del Gobierno reiteró ayer que va a guardar en un cajón el contrato de inserción para jóvenes. Ha pedido a los sindicatos, y demandará también a la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE), que le envíen por escrito sus planes "no una declaración de intenciones" y propuso que posteriormente se abra un diálogo tripartito con los empleadores, a lo que Redondo y Gutiérrez no se han comprometido. El jefe del Ejecutivo cree que sin la participación de los empresarios "se pueden hacer propuestas muy imaginativas pero no incrementar la creación de empleo".

Tampoco hay aproximación en aumentar la cobertura del desempleo hasta el 48%. como piden los sindicatos. El presidente del Gobierno aseguró que es "de imposible cumplimiento" fijar un porcentaje porque ello provocaría un aumento de los demandantes de empleo y propuso negociar sobre los grupos de parados que están en situación de necesidad, tienen cargas familiares y mayor dificultad para encontrar empleo.

En la reunión de ayer se volvió a poner de manifiesto la discrepancia entre el Gobierno y las centrales sobre cómo se va a compensar a funcionarios y pensionistas los dos puntos perdidos en 1988 a causa de la desviación de la inflación. Felipe González propone que se haga con los grupos que han perdido poder adquisitivo, mientras que UGT y CC OO quieren que se haga con todos. Además han reclamado que se revise el salario mínimo de este año, que afectaría a los parados con subsidio, demanda que el presidente del Gobierno ve muy difícil porque repercutiría también en algunos convenios colectivos.

Sí considera posible el Gobierno llegar a un acuerdo para reconocer el derecho a la negociacón colectiva de los funcionarios e incluso Felipe González dijo jue ayer se había alcanzado un a juerdo que previsiblemente se recogerá en una norma. El límite a ese derecho es que afecta a una partida presupuestaria y es el Parlamento quien debe decir si acepta lo acordado en una mesa negociadora.