El Vaticano ataca a las clínicas universitarias católicas que hacen fecundación in vitro'

El Vaticano denunció ayer, en un artículo publicado en la primera página de L'Osserratore Romano, órgano oficioso de la Santa Sede, qué algunas clínicas universitarias católicas protagonizan una gravísima rebelión contra la doctrina pontificia que condena todas las prácticas de procreación artificial. El artículo, escrito en un lenguaje muy duro, iba firmado con tres asteriscos, lo cual, en la compleja nomenclatura vaticana, significa que el texto goza de una alta autoridad pontificia.

El artículo, en el que se habla también de "desafío" en el "campo católico" contra la doctrina de la Iglesia, parece que ha sido preparado por el prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, el cardenal alemán Joseph Ratzinger, autor también de la instrucción Donum vitae, publicada el 22 de febrero de 1987, a la que siguen desobedeciendo los católicos, sobre todo médicos y teólogos.La intervención de la Iglesia en la "búsqueda biomédica en el campo de la procreación asistida", está encontrando, dice el artículo, "una tenaz resistencia en la difundida mentalidad tecnicista y de eficiencia que no entiende que no sea lícito usar una tecnología que ya ha conseguido. producir varios centenares de seres humanos".

A cuantos, sobre todo en el campo de los no creyentes,son incapaces de "percibir la lógica inhumana del hijo prefabricado", dice L'0sservatore Romano, se añaden ahora "para complicar la cuestión, los titubeos y las discordancias en el campo católico".

Hace un año el Papa Wojtyla había ya convocado a Roma para tratar el problema a los responsables de algunas universidades de la Iglesia como las de Lovaina, Nimega, Lille y algunas australianas. El artículo de ayer revela que aquella reunión no tuvo efecto y que médicos y teólogos católicos continúan considerando moral la procreación artificial.

El artículo dice que, o dichos católicos consideran que la Iglesia no es competente para legislar en materia de moral, lo cual es "teológicamente falso", o bien han considerado que el documento Donum vitae no tenía el carácter magisterial que posee.