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El partido comunista polaco prepara importantes cambios en su cúpula

El partido comunista polaco (POUP) anunció ayer numerosos cambios en su buró político, tras un pleno del Comité Central en el que quedaron patentes fuertes resistencias a la política de reformas y diálogo con la oposición. Al cierre de esta edición se daban por segura la destitución de varios dirigentes considerados como los mas reticentes a la reforma del sistema institucional y del propio partido y a la apertura del diálogo con la oposición.

La sesión del pleno del comité había estado precedida de reuniones preparatorias para, al parecer, limar diferencias. Estas se mantienen, no obstante. Al cierre de esta edición no había concluido la reunión ni habían sido hechos públicos los ceses y nombramientos.Ideólogos conservadores como el general Joszef Baryla y Jan Glowczyk, responsable de propaganda en el buró político, son algunos de los nombres cuyo cese como miembros de la dirección se daban por seguro ayer en Varsovia. También se mencionaba como destituido al ex primer ministro Zbigniew Messner.

Hoy comienza en Varsovia una sesión del Parlamento que deberá aprobar el plan general de la reforma económica para los dos próximos años y varias leyes de liberalización de las actividades empresariales y financieras.

El plan estratégico para la estabilización de la economía es el primer documento programático del Gobierno de Rakowski desde su nombramiento en octubre pasado.

La sesión del Parlamento debía haberse celebrado el 15 de noviembre, pero la caída del Gobierno de Messner, el nombramiento de Rakowski y fuertes resistencias en el partido, que retrasaron también el pleno del Comité Central no han permitido al Parlamento polaco reunirse antes.

Profundos cambios

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El pleno del Comité Central concluyó ayer la primera fase y se volverá a reunir a mediados de enero, según anunció el jefe del Estado y del partido, Wojciech Jaruzelski. Este infrecuente hecho ha reforzado los indicios de fuertes resistencias del aparato a los intentos de Jaruzelski y del primer ministro, Mieczyslaw Rakowski, de deshacerse de lastres dogmáticos de cara a los profundos cambios que quieren imponer en el funcionamiento de partido y Estado. Jaruzelski se quejó en su discurso de las acusaciones de "entreguismo al enemigo" de que dice ser objeto en el partido.Ayer, entre las intervenciones ante el Comité Central, destacan algunas que invitaban al partido a reconsiderar su negativa a la existencia de más de un sindicato en las empresas, obstáculo principal para la reapertura de negociaciones con la oposición y la legalización nuevamente del sindicato independiente Solidaridad. El director de la fábrica de automóviles FSM de Bialsko Biala, Julian Kraus, declaró ayer que no veía "ningún problema en mi fábrica por el hecho de que en vez de un sindicato existan dos".

No obstante, de las intervenciones habidas no se desprende que los partidarios de la inmediata apertura de negociaciones con Solidaridad se hayan impuesto.

Los líderes de la oposición, que se reunieron en torno a Lech Walesa para establecer un comité ciudadano permanente que elabore soluciones sectoriales a los graves problemas del país, expresaron su esperanza en que de la reunión del partido salieran señales claras para lograr el pacto anticrisis.

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