Papandreu consigue aprobar el presupuesto de 1989, al que había ligado su continuidad

El primer ministro griego, el socialista Andreas Papandreu, consiguió anoche la aprobación del proyecto de presupuestos para 1989, del que había hecho depender la continuidad de su Gobierno y la solución de la grave crisis que sacude al país desde hace dos meses. El Parlamento, donde el gobernante Movimiento Socialista Panhelénico (PASOK) tiene la mayoría absoluta, con 157 diputados de un total de 300, aprobó por 156 votos contra 138 el proyecto. En un mensaje a la nación transmitido el sábado por radio y televisión, Papandreu anunció con tono dramático que dimitiría "con todas las consecuencias" si no recibía la confianza de la Cámara.

Papandreu obtuvo todos los votos, menos unos, con que su partido cuenta en el Parlamento. Aunque la votación por correo está admitida en casos de fuerza mayor, algunos diputados socialista enfermos e incluso hospitalizados, como el ministro adjunto a la presidencia, Dimitris Marudas, hicieron el esfuerzo de desplazarse al hemiciclo.Tras la votación, Papandreu se declaró "lleno de alegría y orgullo", especialmente feliz de que "la tentativa de desestabilización del país" hubiera fracasado.

"Es un momento crucial para la historia del país", había dicho Papandreu en su mensaje del sábado, en el que declaró convencido de la victoria. El primer ministro reconoció una vez más que el país atraviesa "una profunda crisis política y social" y que existe "un plan procedente de diversos círculos extranjeros y nacionales" para derribarles, a él y a su Gobierno, para "cortar la ruta del cambio". Se refirió a la "vulgaridad" de la Prensa, que pretende, dijo, "ensuciar el honor del mundo político y minar las instituciones democráticas".

Durante la votación de ayer, en la que la casi totalidad de los diputados de oposición de derecha e izquierda votaron en contra del proyecto gubernamental, el líder del principal partido opositor de derecha, Nueva Democracia, había pedido al Gobierno que retirara el proyecto y se había manifestado dispuesto a apoyar un Gobierno interino encargado de convocar a elecciones legislativas inmediatas.

Papandreu desmintió los rumores de una eventual retirada de la arena política. "Estoy decidido a mantenerme en la muralla del combate hasta el fin, que será feliz", dijo, y reiteró que presentará en enero un proyecto de ley electoral y que las elecciones se celebrarán, como está previsto, el 18 de junio de 1989.

El jefe del Gobierno griego aseguró que los cambios en el Gobierno estaban calculados Desde el último reajuste, el pasado 16 de noviembre, un total de cinco miembros, del Gabinete han abandonado éste: dos y un secretario de Estado, tras presentar su renuncia, y un ministro y un secretario de Estado destituidos. De estos dos últimos, uno había denunciado un escándalo en el sindicalismo y el otro se había pronunciado en favor del "saneamiento" del sistema político.

Escándalos

Esta crisis sin precedentes proviene del mayor escándalo político-financiero que ha conocido Grecia desde la II Guerra Mundial. En el centro se encuentra el hombre de negocios Georges Koskotas, acusado de diversas malversaciones y de desvío de fondos por importe de centenares de millones de dólares. Tras huir de Grecia, fue detenido en Estados Unidos. Grecia ha solicitado su extradición.Desde hace un mes, los cuadros socialistas griegos se acusan los unos a los otros en relación con el escándalo. El ministro adjunto de Defensa, Stathis Yotas, que denunció una serie de irregularidades en una fábrica nacional de armamentos, dimitió el miércoles pasado negándose a participar en la "caída moral y política del país". Yotas, igualmente, cuestionó "la amplitud de las orgías y de los errores de los ministros, de los cuadros del Gobierno y de la derecha". Al día siguiente fue el turno del secretario de Estado de Economía, Teodoro Karatzas, que dimitió porque no tenía "otra elección" en la situación actual.