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Walesa asegura que no serán necesarias más huelgas en Polonia

El líder del prohibido sindicato polaco Solidaridad, Lech Walesa, consideró ayer que no serían necesarias más huelgas en Polonia, aunque se mostró dispuesto a encabezar otro movimiento huelguístico si fuera preciso. Walesa mantuvo una conferencia de prensa en París horas antes de regresar a Varsovia dando por finalizado su primer viaje al exterior desde la declaración de la ley marcial en 1981.El electricista de Gdansk calificó las huelgas como "última arma" de los trabajadores, "ya que, de rebote, golpean a la sociedad". "Debemos", explicó, . comportarnos como buenos microorganismos, como microbios que no destruyen el organismo sobre el que viven como parásitos". El domingo por la noche, Walesa abroncó a unos mil compatriotas que le reprochaban su postura conciliadora de los últimos meses hacia el régimen del general Jaruzelski. Acompañado de Yves Montand, Walesa reconvino a los exiliados polacos, les dijo que estaba "muy descontento" de algunos de ellos y defendió su nueva táctica, al tiempo que negaba las acusaciones de cobardía y de haber parado las últimas huelgas.

Un Walesa con más kilos y con abundantes canas en el bigote terminó así una jornada en la que asistió a misa y comulgó, visitó al cardenal Lustiger y se reunió con todos los sindicatos, excepto con la CGT (comunista). Sin desprenderse de las pegatinas de la Virgen de Czestochowa y de Solidaridad, juntas ambas en la solapa, Walesa almorzó ayer en el Ayuntamiento con el alcalde, Jacques Chirac, en su último acto oficial en París.

En la conferencia de prensa insistió en su apoyo al líder soviético Mijail Gorbachov y a la perestroika y expresó su deseo de proseguir los contactos con el premio Nobel de la Paz Andrei Sajarov, quien retrasó 24 horas su regreso a Moscú, previsto también para ayer.

Walesa lamentó no haber cumplido uno de sus deseos, ver a Brigitte Bardot, a quien visitará, dijo, en otra ocasión, "con un regalo y disfrazado de papá Noel". "Esta bella mujer es mi amor de juventud, pero, sobre todo, no se lo digáis a mi mujer", confesó ante los periodistas.

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