García Damborenea: "El presidente debe demostrar que puede gobernar y concertar"

El secretario general de los socialistas de Vizcaya, Ricardo García Damborenea, ha alzado la primera voz crítica desde el PSOE para denunciar la ausencia de debate y la apariencia de unanimidad en contra de las movilizaciones sindicales. En declaraciones a EL PAÍS, García Damborenea pide al presidente del Gobierno, Felipe González, que comprenda la necesidad de gobernar y de concertar con los interlocutores sociales, y que garantice la convivencia en el partido.

"Se han terminado los errores por unanimidad en el PSOE", afirma el dirigente vizcaíno, quien entiende que los socialistas carecen de argumentos a la hora de movilizar al partido contra la UGT, porque los propios militantes son los que trabajan en la organización de la huelga. "Eso es lo más grave y resulta inédito en nuestra historia, pero demuestra también que el partido carece de personalidad y de discurso político propio en estos momentos. No tiene otro que el del Gobierno y se alinea con el Gobierno contra quien corresponda".García Damborenea afirma que la falta de debate explica la apariencia de unanimidad en el PSOE. "Se ha tratado de eludirlo porque podría romper la imagen de unanimidad. Existiendo acuerdo respecto a la gravedad de la situación, no se ha convocado el Comité Federal del partido. La comisión ejecutiva ha tomado la iniciativa, se ha dictado la postura oficial y se ha trasladado a la organización".

El dirigente vasco cree que el papel de los socialistas debía haber sido mediar en el conflicto entre el sindicato y el Gobierno y no añadir leña al fuego. "La duda, ahora, es si vamos a ser capaces de reconducir la situación después de la huelga". García Damborenea considera tan llamativa la convocatoria del paro general, frente a un Gobierno socialista que ha cumplido sus objetivos económicos, como la amplitud del eco conseguido por el llamamiento a la protesta.

"No he escuchado a nadie hacer un análisis inteligente sobre el apoyo de nuestros electores a la huelga, y debía ser obligada tal reflexión por el Gobierno y los dirigentes socialistas. Debemos saber por qué ese empeño universal en aplicar un correctivo al Gobierno al que han votado y al que sin duda piensan seguir votando".

Divergencias

El dirigente del PSOE destaca la importancia de las divergencias en el partido. "Este es un problema viejo que no se permitió debatir en el último congreso. Existen tres criterios distintos: quienes creen innecesario el apoyo del sindicato para llevar adelante nuestro proyecto, quienes defienden la necesidad de un sindicato, pero domesticado, y quienes admiten el carácter lógicamente contradictorio de la relación con el sindicato. En el partido ya no se recatan los que piensan que este sindicato ya no nos sirve".A juicio de García Damborenea, Felipe González debe demostrar que es capaz de corregir la situación y de gobernar concertando, poniéndose de acuerdo con los interlocutores sociales y aceptando hipotecas, lo cual significaría que ha entendido el mensaje que se le va a enviar el día 14 con el paro y el 16 con la manifestación. "Ahí se va a poner a prueba su auténtica talla de gobernante".

Después, Felipe González "debe demostrar que dentro del partido socialista pueden existir concepciones distintas a las suyas y que la convivencia va a ser posible", añade el dirigente vasco. "Esto equivale a decirle que mire a Suecia, donde se ha producido un cambio revolucionario en política fiscal, pactado con los sindicatos y los empresarios. Los de Suecia son socialistas de gran solera, capaces de ir a las elecciones con Olof Palme y sin Olof Palme. Existe un partido sólido que sobrevive a sus líderes".

El dirigente socialista vasco dice expresar públicamente sus opiniones "para evitar ser cómplice de la situación" y reclama atención para "un dato importante sobre los enfrentamientos en UGT, y es que no hay un solo ugetista descolgado de la huelga sin cargo público". Rechaza como inaceptable la descalificación de Nicolás Redondo para una futura reconciliación y extiende sus críticas al lenguaje y el tono de la campaña del PSOE contra la huelga.