Más de medio centenar de ganaderos, propuestos para sanción por 'afeitado' de los toros
11 de las corridas que se lidiaron en la Feria de Abril de Sevilla tenían reses manipuladas
Entre 50 y 60 ganaderos han sido propuestos para sanción por manipulación fraudulenta de las astas (afeitado) de reses de su propiedad lidiadas durante la temporada española de 1988, con un total cercano a 90 toros y novillos. Montalvo es la ganadería que acumula mayor número de toros manipulados, y entre los presuntos infractores se encuentra el propio presidente de la Unión de Criadores de Toros de Lidia, Juan Pedro Domecq. Sevilla es la plaza donde hubo mayor número de toros afeitados, pues se observó esta manipulación en 11 de las 12 corridas que se celebraron durante la Feria de Abril.
La ganadería salmantina de Montalvo, propiedad de Juan Ignacio Pérez-Tabernero, está pro puesta para sanción por el afeitado de varios de sus toros en las plazas de Valencia, Málaga, Colmenar, Cáceres y Aranjuez, y de confirmarse la autoría de estas infracciones sería inhabilitada, en aplicación del artículo 134 del vigente reglamento taurino.Las plazas de Valencia, Málaga y Colmenar Viejo (Madrid) destacan también por el número de toros afeitados, y les siguen las de Guadalajara y Las Ventas, de Madrid. Del ganado lidiado en el coso valenciano (principalmente durante las corridas falleras), dieron positivo los análisis de las astas de toros de las ganaderías de Concha Navarro, Matías Bernardos -otro ganadero que acumula varias propuestas de sanción-, Sepúlveda y Montalvo. Del lidiado en Colmenar hubo casos de afeitado en todas las corridas de la feria, con un to tal de ocho reses. En Guadalajara, tres novillos de Francisco Galache y un toro de Baltasar Ibán. Y en Las Ventas, las corridas de Paloma Eulate, Martínez Benavides y hermanos Martínez Uranga, Chopera Chicos, esta última con cuatro toros.
En la feria de Bilbao estaban afeitados toros de Murteira, curiosamente una de las divisas que ha obtenido mayor cantidad de premios durante la temporada por el juego de sus reses. Más sorprendente aún resulta el caso de la ganadería de Salvador Guardiola, que goza de gran prestigio entre los aficionados, pues por lo menos uno de sus to ros lidiados en Vitoria tenía las astas manipuladas.
El volumen de afeitados comprobados durante la temporada 1988 es el más alto de los últimos años. Las propuestas para sanción, sin embargo, no reflejan el número de casos de afeitado que de hecho se han producido a lo largo de la temporada, pues corresponden exclusivamente a las astas que fueron sometidas a análisis y dieron positivo de forma fehaciente. Muchos aficionados coinciden en señalar que durante 1988 se afeitó más que nunca, incluso "más que en la época de El Cordobés", frase que ha tomado carta de naturaleza en ambientes taurinos, pues durante aquellos años hubo una corrupción generalizada en la fiesta.
Toros desmochados
Es llamativo, por ejemplo, que no se haya detectado la manipulación fraudulenta de absolutamente ningún toro de los lidiados en ferias como la de San Sebastián de los Reyes (Madrid), donde un indignado público hacía la denuncia de afeitado a viva voz en el tendido al ver aparecer por los chiqueros ejemplares escandalosamente desmochados. Una de las corridas que suscitó mayores protestas por este motivo fue la de El Chaparral, lidiada el 30 de agosto por Ortega Cano, Espartaco y Fernando Lozano.El propio procedimiento que se emplea para la detección del afeitado produce estas situaciones supuestamente arbitrarias. Las astas se analizan en la Escuela Nacional de Sanidad, de Madrid, por facultativos muy expertos e íntegros que utilizan las técnicas adecuadas. Pero existen condicionamientos de tal naturaleza que gran número de cornamentas manipuladas ni siquiera son sometidas a examen.
Terminada la corrida, los veterinarios y el presidente han de efectuar el reconocimiento de las astas, y si alguna ofreciera duda de manipulación, se enviará a la Escuela Nacional de Sanidad. Sin embargo, pueden darse las siguientes circunstancias:
1. En muchas plazas nunca se envían a examen las astas de ningún toro. El Ministerio del Interior no investiga los motivos, ni se sabe de acción alguna que haya emprendido este departan tento para erradicar el fraude.
2. En otros cosos, sólo remiten las astas de algún toro y no de todas las corridas.
3. Una vez en la Escuela Nacional de Sanidad, aquellas astas que están escobilladas, y en general las que han perdido sustancia, no se someten a examen y, por tanto, pasan por íntegras, aunque se trate de las que, lógicamente, suscitan mayores sospechas de manipulación.
4. Los facultativos sólo dictaminan afeitado cuando el resultado es positivo en todas las pruebas de análisis, y además tienen establecido un amplio margen de error para la proporción astamacizo en la prueba biométrica.
Los ganaderos sostienen que estos análisis no son fiables, mientras el Gobierno ha manifestado que tienen garantías suficientes.
Babelia
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