Mueren tres trabajadores al ser arrollados por una maquína de tren en Gerona

Tres encargados de la empresa de contratas Guinovart que se encontraban trabajando en un tramo de vía férrea entre las localidades de Gerona y Riudellots de la Selva murieron en la madrugada de ayer al ser arrollados por una locomotora que circulaba a 120 kilómetros por hora, según algunas versiones, y a 80 o 90 kilómetros por hora, según la información oficial de Renfe.

El accidente se produjo a las 4.50 horas de ayer, cuando los tres operarios, que fueron identificados como Amadeo Donato, José Egea y Juan Manuel Coronado, estaban controlando los trabajos de reposición de la grava. de la línea ferroviaria en dicho tramo, en el que se encontraban otros 10 o 12 trabajadores en el momento de ocurrir los hechos.Según fuentes de Renfe, el suceso ocurrió "de una manera incomprensible", ya que las tres víctimas debían trabajar sobre la vía par, que mantenía el tráfico de trenes suspendido. El portavoz de Renfe aseguró que la locomotora circulaba correctarnente en dirección Barcelona-Port Bou, con los permisos correspondientes para hacerlo por la vía impar, por la que durante toda la noche se había mantenido el tráfico ferroviario. El jefe del gabinete de prensa de Renfe, Mariano Palacín, informó que todas las versiones apuntan a una posible actuación imprudente de los tres trabajadores.

La sirena

La máquina que se utiliza para realizar las operaciones de cambio de grava en las líneas ferroviarias lleva incorporado un sistema de sirena que se dispara al recibir la señal de aviso de que un tren ha salido de la estación vecina, debido a que el gran ruido que produce su funcionamiento impide a los empleados aprecibirse de la presencia de un tren. Cuatro minutos antes del paso de la locomotora que arrolló a los tres empleados había pasado un convoy. La sirena de la máquina que estaba trabajando en aquellos momentos funcionó perfectamente y avisó a los operarios de la llegada del tren. Los trabajadores no entendían ayer por qué no había sonado la sirena avisando del paso de la locomotora.La Guardia Civil investiga el hecho, considerado anormal, de que pasase una locomotora cuatro minutos después del tren, cuando, según la normativa de funcionamiento de Renfe, no se permite el paso de un nuevo vehículo hasta que el anterior avisa de su llegada a otra estación. Según los trabajadores, el convoy no había tenido tiempo de llegar a la siguiente estación de Caldes de Malavella cuando pasó la locomotora.

Los cuerpos de los tres encargados quedaron mutilados y los miembros de la Cruz Roja, que se desplazaron inmediatamente al lugar de los hechos, junto con el juez de paz de Riudellops y el médico titular de Cassà de la Selva, tuvieron muchas dificultades para recoger los fragmentos de los cadáveres que quedaron esparcidos por la zona. Los tres cuerpos fueron trasladados al depósito del juzgado de Santa Coloma de Farners. El tráfico de trenes no quedó interrumpido en ningún momento, según fuentes de Renfe, y tan sólo se originaron retrasos de 10 minutos sobre el horario de paso previsto de cuatro ferrocarriles.

Familiares de los trabajadores de la empresa Guínovart llegaron desde Barcelona hacia las ocho de la mañana y protagonizaron escenas de gran dramatismo al reconocer entre los trabajadores vivos a sus familiares.