El 'gal' Fernández Aceña ofrece aclarar el asesinato de Brouard si a cambio obtiene la reinserción

El miembro de los Grupos Antiterroristas de Liberación (GAL) Daniel Fernández Aceña ofreció ayer a la juez de Bilbao Manuela María Fernández Prado aportar datos definitivos sobre los autores del asesinato de Santiago Brouard si a cambio obtiene la reinserción social. Fernández Aceña, que declaró como testigo en el sumarlo relativo al atentado contra el dirigente de Herri Batasuna (HB), acusó al francés Jean-Louis Perales de ser uno de los asesinos.

El testigo, según su actual abogado, José Emilio Rodríguez Menéndez, reclamó ante la juez instructora del sumario 101/84 el derecho a acogerse a los beneficios de la reinserción social, "igual que otros miembros de grupos terroristas". A cambio, estaría dispuesto, según afirmó, a aportar todos los datos que dice poseer sobre el caso y las pruebas sobre los autores. Daniel Fernández Aceña, de 29 años, fue condenado por la Audiencia Nacional a casi 30 años de prisión por el asesinato del ciudadano francés Jean-Pierre Leyba.Fernández Aceña relató a la juez una reunión celebrada en un hotel de Bilbao, días antes del asesinato de Brouard, donde se habría decidido ejecutar el atentado. A la reunión asistieron, de acuerdo con la declaración del miembro de los GAL, el subcomisario José Amedo; el industrial de Irún (Guipúzcoa) Víctor Manuel Navascués, jefe y organizador del comando terrorista al que Fernández Aceña pertenecía, según afirma éste; Mohamed Thalbi, un árabe condenado en Francia como activista de los GAL; un guardia civil apodado Andrés, y el industrial de Granada Luis Morcillo.

El testigo, cuya comparecencia duró tres horas, afirma haber conocido todo lo relacionado con el atentado perpetrado el 20 de noviembre de 1984 en Bilbao por las confidencias de un compañero de reclusión en Carabanchel, que habría participado como autor material en el atentado. Esta persona, según Fernández Aceña, ingresó en prisión por un delito común.

El grupo al que apunta el testimonio del miembro de los GAL es el de confidentes policiales y traficantes de heroína integrado por Jean-Louis Perales, los hermanos Miguel Ángel y Rafael López Ocaña y el cuñado de ambos, Alberto Granados Céspedes. Este último, siempre según Aceña, habría sido el confidente que se dirigió al comisario de Bilbao Antonio Rosino para ofrecerle, a cambio de cinco millones de pesetas, información suficiente para detener a los asesinos.

Al término de la declaración, el letrado Rodríguez Menéndez, defensor de Aceña y de Juan José Rodríguez Díaz, el Francés, único procesado hasta el momento en el sumario del caso, manifestó que la declaración del testigo refuerza la tesis de la autoría de los GAL en la muerte del dirigente independentista.

El abogado de la acusación particular, Txema Montero, dijo que "Aceña toca de oído, porque en noviembre de 1984 se encontraba ya en prisión, y a veces toca sin afinar demasiado". Montero consideró "singular" la declaración del testigo. "Acusa a Amedo y a otros supuestos inductores del asesinato, pero oculta a los autores. Es una paradoja", añadió. El abogado manifestó "grandes reservas" hacia una parte de la declaración, pero pidió una investigación a fondo de otros aspectos, como la personalidad del autor material del atentado que informó a Daniel Fernández Aceña.