La matanza de El Amparo ensombrece la campaña electoral venezolana
La matanza de 14 pescadores el 29 de octubre en El Amparo, en la frontera con Colombia, por miembros de la policía política y de las fuerzas armadas venezolanas, ha ensombrecido las elecciones presidenciales del próximo domingo. Los pronósticos auguran una victoria del candidato de Acción Democrática (AD), el ex presidente Carlos Andrés Pérez, frente al democristiano Eduardo Fernández (COPEI).
La pobreza del debate caracterizó la séptima campaña por la presidencia desde que Venezuela recuperó la democracia, el 23 de enero de 1958, hace ya 30 años. Como en las seis anteriores elecciones, compiten también esta vez un sinfín de candidatos, pero sólo dos tienen posibilidades presidenciales: el adeco (AD) Carlos Andrés Pérez, de 66 años, conocido popularmente como El Gocho, mote que dan en Venezuela a los oriundos de la región andina, y el copeyano (COPEI) Eduardo Fernández, de 48 años, a quien todos llaman El Tigre.La exhumación de unos cadáveres en un cementerio de un pueblo del estado fronterizo de Apure, el pasado fin de semana, ha desencadenado un tema que ocupó los discursos de los dos candidatos en sus mítines y actos de cierre de campaña. Se trataba de los 14 muertos de la matanza de El Amparo. Después de un mes de su apresurado enterramiento, una comisión parlamentaria consiguió la exhumación.
Los cadáveres mostraban aparentemente que casi todos habían sido matados a tiros por la espalda. Varios tenían huellas de haber recibido tiros de gracia. Ello echó por tierra la versión oficial, apoyada por el presidente Jaime Lusichi (AD), de que se trataba de guerrilleros que habían muerto en un enfrentamiento con un comando de policías y militares. El escándalo nacional provocado por la matanza parece haber animado al candidato copeyano. A pesar de su fiero apodo, el Tigre Fernández ha tratado con guante blanco al Gobierno adeco de Lusinchi y se limitó a enfrentarse con su competidor por la presidencia. El Amparo fue un revulsivo para que El Tigre mostrase finalmente sus garras y se lanzase a un ataque contra el Gobierno.
En un céntrico hotel de Caracas, al mediodía del miércoles, Fernández había emplazado a Pérez para discutir sobre el diferendo fronterizo con Colombia sobre los límites del golfo de Venezuela. Pérez ya había anunciado de antemano que no pensaba acudir a la cita, porque no tenía nada que discutir sobre el tema. A pesar de eso, Fernández se presentó para mostrar al electorado que su contrincante perdía el debate por incomparecencia. Pasó un cuarto de hora y, como estaba previsto, no había ni rastro de Pérez. Entonces Fernández no habló del tema del golfo, sino de la matanza.
'Orgía blanca'
El mismo miércoles, Pérez celebró en la avenida de la Victoria de Caracas su mitin de cierre de campaña. Las elecciones en Venezuela son una auténtica fiesta popular. Los actos electorales son una mezcla de carnaval, festival rockero y final de copa de fútbol. El mitin final de Pérez fue una orgía blanca (el color de los adecos), con participación de unas 150.000 personas. Las mismas, más o menos, que el martes por la noche participaron en una orgía verde (el color de los copeyanos) en el mitin final de Fernández en Caracas.En su discurso, Pérez emplazó a Lusinchi para que publique antes del domingo los resultados de la autopsia de los 14 cadáveres. "Es indispensable, y así se lo pido al presidente de la República, que se diga al país de una vez cuál fue el resultado de la exhumación", dijo Pérez. "Jamás nos haremos cómplices", añadió, "de ninguna circunstancia que signifique ofensa a la dignidad humana y menos violación descarada del derecho a la vida".
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