Licio Gelli decide presentarse a las elecciones europeas

Licio Gelli, ex maestro venerable de la logia secreta P-2, condenado a ocho años de cárcel por haber financiado los atentados de un grupo neofascista toscano y a otros 10 años por su participación en la matanza de la estación de Bolonia en 1981, ha decidido presentarse como candidato a las próximas elecciones europeas. Eso sí, "en un grupo independiente", porque, ha dicho, "no quiero bozales de las secretarías de los partidos y quiero poder contar después a la gente lo que ocurre en el Parlamento Europeo". Gelli es sospechoso de haber estado presente en todos los grandes escándalos de Italia en los últimos tiempos.Lo que parecía una simple provocación del personaje más oscuro y emblemático de la política subterránea de Italia ha acabado siendo aceptado incluso como un mal menor. "En cualquier caso, de ese modo, todo será más claro", ha declarado Giovanni Spadolini, presidente del Seriado.

Gelli goza, gracias a la benevolencia del juez suizo Jean-Pierre Trembley -acusado actualmente por la magistratura de su una especie de inmunidad. Y ha empezado a reorganizar sus filas, ya que, a pesar de sus condenas en Italia la justicia de este país no puede ejecutarlas porque la extradición de Gelli ha sido concedida por el Gobierno suizo sólo para que fuera juzgado por la quiebra del banco Ambrosiano. Un delito por el que ha pasado un breve tiempo en la cárcel, pasado el cual el año pasado obtuvo la libertad vigilada por motivos de salud.

Pero, a pesar de su enfermedad coronaria y de la estrecha vigilancia a la que teóricamente es sometido en su chalé de la Toscana, lo cierto es que Gelli desde su nuevo cuartel general de Florencia ha empezado a tejer una nueva tela de amistades para preparar, de momento, su escalada a la política europea.

La ex ministra Tina Anselmi, que presidió la comisión parlamentaria sobre la P-2, ha asegurado que el plan de Gelli "se está realizando ante la mayor indiferencia". Se trataría de un plan de desestabilización de la democracia del país para dar paso a una nueva república autoritaria.