Olvidos justificados

Ha coincidido esta semana en los conciertos de abono de la Orquesta de Radiotelevísión Española y de la ONE el propósito de programar obras olvidadas.La Segunda sinfonía de Mendelssohn se halla emparentada en cierto modo con la Novena beethoveniana. Aunque se guarda la participación vocal para el último movimiento, en el que sobresalen los números sexto y séptimo a cargo, respectivamente, de tenor y soprano, correctamente expuestos por los solistas Jenkins y Ciesinski, queda a años luz de sus Escocesa o Italiana. Otro tanto cabe apuntar del Segundo concierto para piano, aún menos cautivador que el primero a pesar del atractivo tema del primer tiempo. El hecho de no encerrar tampoco excesivas posibilidades virtuosísticas ha apoyado su olvido. Allen Wehr, primer premio Paloma O'Shea 1987, lució en lo que pudo más medios técnicos que capacidad comunicativa.

La Genoveva de Schumann representa un anhelo frustrado por alcanzar en el género lírico las alturas desarrolladas en el sinfónico. Hay momentos de esa calidad y lirismo con que Schumann bañó su producción, pero abunda la reiteración y consigue abrumar a pesar de la adecuada interpretación de solistas y agrupaciones orquestal y coral. Tanto la labor de Comissiona como la de López Cobos, en su último concierto como titular de la ONE, mostraron entusiasmo por unas obras que ellos habían seleccionado, pero sin poder quitar la razón a la historia, que ha sepultado estas partituras.